Al grupo promotor se han sumado a título personal cuadros orgánicos, diversos secretarios generales locales y también personas del entorno de la dirección federal, que consideran que un militante con ese perfil puede conectar mejor con la sociedad que un nuevo «candidato estrella».
«O nos presentamos ante los madrileños con un perfil completamente renovado o corremos el serio riesgo de ser la cuarta fuerza política», advierten los representantes de este grupo, a la vista de las encuestas y de los resultados de elecciones anteriores. Los socialistas madrileños, que no gobiernan en la capital desde hace treinta años, han visto fracasar todas las apuestas de Ferraz por exministros y dirigentes de la órbita federal, como Fernando Morán, Trinidad Jiménez y Miguel Sebastián, si bien tampoco han tenido éxito candidatos con más arraigo en la federación madrileña, como Jaime Lissavetzky y, el último, Antonio Miguel Carmona.
Aunque estos militantes admiten que su propuesta puede resultar «algo transgresora» para un partido como el suyo, defienden que es una apuesta «valiente» con la que pueden «ilusionar» a una mayoría del electorado, incluidos jóvenes y ciudadanos de clase media que hasta ahora no se habían planteado votar al PSOE.
Según explican, su perfil de candidato es el de «un compañero del partido, militante, que haya demostrado tener criterio político propio, pero que esté en sintonía tanto con la línea política federal como con la regional». En esa línea, señalan que el candidato del PSOE en la capital tiene que ser capaz de «consolidar la unidad interna» emanada del XIII Congreso Regional y que debe ser alguien que no haya tenido puestos de responsabilidad política «para que su pasado político no condicione el voto de la izquierda y del centro izquierda que nos dejó de apoyar».
Recalcan también que debe tener la capacidad de «conformar un equipo político profesional para desarrollar un proyecto para Madrid pensando no sólo en los próximos cuatro años, sino también a medio plazo», lo que -en su opinión- solo conseguirá «alguien de la cantera que pueda crecer políticamente a la vez que el proyecto».
Según las fuentes, la persona a la que promueven todavía no ha decidido si dará el paso de presentarse, pero está «tomando el pulso» tanto interna como externamente a esa posibilidad, que pretende analizar próximamente con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del PSOE-M, José Manuel Franco. Los partidarios de esta candidatura argumentan además que un «candidato impuesto» desde la cúpula del partido podría perjudicar las aspiraciones del proyecto federal, si obtiene un mal resultado, y resucitar las guerras de familias en el PSOE-M.
Preguntados por Efe sobre si a un año para las elecciones tienen tiempo de hacer conocido a un candidato de este perfil, recuerdan que la candidata de Cs en 2015, Begoña Villacís -con posibilidades de ser alcaldesa, según las encuestas- se afilió a su partido pocos meses antes de las elecciones y que la alcaldesa, Manuel Carmena, era una desconocida para el 90 por ciento de los madrileños.
