El portavoz del Colectivo Profesional de la institución (CPPM), Julián Leal, ha puesto en duda la efectividad de repeler a un agresor “con una porra” cuando se están produciendo con más asiduidad enfrentamientos con armas blancas.
En este sentido, Leal ha recordado que el dispositivo de electrochoque es una demanda que se ha planteado en anteriores ocasiones. «El táser te deja inmovilizado y dejas con menos lesiones al policía y al propio detenido. Lo creemos necesario, no para las porten todos los policías, sino en las unidades de intervención, ya que facilitas muchos el trabajo de los agentes», ha señalado.
Asimismo, debido a la amenaza terrorista, el cuerpo de seguridad ha exigido que determinados efectivos porten armas largas, rifles, o chalecos antibalas a modo de prevención, como ya disponen la Policía Nacional o la Guardia Civil. «En estos controles puedes descubrir a personas con pasado violento o terroristas y son necesarias para poderte defender porque con una pistola no puedes neutralizarles a no ser que les dispares a la cabeza, algo que un policía nunca hace».
En materia de terrorismo, Leal ha pedido una mayor colaboración entre las fuerzas del orden a la hora de compartir los datos de personas o grupos con antecedentes. «A esa información no tenemos acceso, a pesar de que somos la primera policía de España. Ahora tenemos que llamar a la Policía Nacional por teléfono», ha lamentado. También apuestan por la instalación de bolardos de alta sensibilidad, que suban y bajen a determinados vehículos como patrullas y equipos de emergencia a través de radiofrecuencias. «Así, si se comete un delito en cierta zona no sale nadie. Lo de las jardineras ya no tiene sentido. La tecnología está para utilizarla».
Por último, se exige al Ayuntamiento de Madrid que prepare a la Policía Local sobre antiterrorismo, ya que según critican desde el cuerpo, el Gobierno ha priorizado en otros cursos “menos prioritarios”.
