A iniciativa del PSOE, los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid han solicitado la celebración de un Pleno extraordinario para conocer la “verdaderas causas de la reestructuración del gobierno local”. El portavoz socialista, Jaime Lissavetzky ha mostrado su indignación por la “tomadura de pelo” que supone que la alcaldesa solo conceda tres minutos a los grupos políticos para respaldar los cambios en la estructura del gobierno local como consecuencia de las dimisiones y ceses que ha arrastrado la tragedia del Madrid Arena.
Lissavetzky también ha subrayado el “apego” de Ana Botella al cargo y, a continuación, ha augurado “dos años de tortura en la gestión” cuyo “sufrimiento se lo va a trasladar a los ciudadanos”.
El edil ha explicado que resulta “vergonzoso y una auténtica tomadura de pelo a los madrileños disfrazar cambios que afectan a la gestión municipal sin dar la menor explicación y ocultando la verdaderas razones”. La tragedia del Madrid Arena es, para los socialistas, la mayor crisis institucional que ha vivido el Ayuntamiento de la capital hasta el momento, crisis que está de forma permanente en los medios de comunicación, aunque parece que “la única que no se ha enterado es Ana Botella”, ha añadido Lissavetzky.
A esta crisis hay que sumar que el Gobierno municipal ha sido remodelado tres veces en poco más de año y medio: Madrid ha tenido dos alcaldes además de varias dimisiones de responsables políticos y cambios en las tareas de otros concejales. En esta última remodelación, la alcaldesa ha eliminado del organigrama municipal conceptos determinantes para la vida de los madrileños como la Participación Ciudadana y el Empleo, en una ciudad en la que el paro encabeza la lista de principales problemas de los madrileños. El cambio se justifica, ha indicado Lissavetzky, “con la excusa de diseñar un gobierno eficiente. Significa que los anteriores no lo eran?”, ha lamentado.
A pesar de la gravedad de la situación, Ana Botella quiere zanjar el problema con un pleno, el de hoy, en el que los grupos políticos disponen de poco más de tres minutos. Por el contrario, los socialistas, que han liderado la iniciativa de solicitar una sesión extraordinaria que, según el reglamento, debería celebrarse en 15 días, quieren que el Partido Popular explique los pormenores de esta nueva remodelación del gobierno local.
Legitimidad bajo mínimos
En opinión del portavoz socialista se está cometiendo una verdadera “estafa” a los madrileños, que están gobernados por alguien que simplemente ha heredado el cargo y “ha perdido la escasa legitimidad con la que contaba”.
En estos momentos la capital vive una situación de “gravedad extrema” porque está gobernada por una persona incapaz de “liderar políticamente la institución y de gestionar la ciudad”.
A su juicio, el Ayuntamiento ha entrado en una deriva de inestabilidad cuyas causas están en la incapacidad de la alcaldesa para gestionar. La tragedia del Madrid Arena, en la que murieron cinco jóvenes, ha desembocado en una crisis institucional que “está en todos los medios de comunicación y de la que Botella es la única que no se ha enterado”.
El edil considera que un cambio de gobierno no puede resolverse en un mero trámite con un Pleno en el que apenas disponen de tres minutos para expresar su opinión. “Queremos saber las razones de este cambio y que Botella dé la cara”, zanjó.
