En este sentido, las Serranías de Guadalajara poseen un verdadero tesoro en sus tierras y sus gentes. No sólo por su riqueza paisajística (bosques, cordilleras, hayedos, ríos y valles), sino también por su importante patrimonio de iglesias, ermitas, y un románico rural perfectamente conservado. Una de las rutas de especial atractivo es la de Sigüenza, en cuya ciudad destaca su imponente Catedral (s. XII al XIV). En su interior se puede admirar una de las esculturas sepulcrales más famosas: la del Doncel yacente. Pero ésta no es la única joya arquitectónica. Ningún visitante debe perderse las visitas al Castillo (hoy convertido en Parador Nacional), a las Iglesias de Santiago y San Vicente, al Paseo de la Alameda, sin olvidar las calles de la Travesaña Baja y Alta o la plazuela de la Cárcel, que conservan la esencia medieval de Sigüenza. Saliendo hacia Palazuelos, se aprecia el impresionante recinto amurallado y el Castillo, verdaderos iconos de la ciudad.
En el itinerario de la Sierra Norte es indispensable visitar Atienza, poseedora, asimismo, de un importantísimo patrimonio arquitectónico: el castillo roquero y la muralla; la Iglesia de la Trinidad (s. XVI) y la de San Gil (s.XII), con su Museo de Arte Religioso, y la de San Bartolomé, que cuenta con un interesante museo Paleontológico. Merece también la pena acercarse hasta Albendiego donde se encuentra la iglesia románica de Santa Coloma, pequeña, pero deslumbrante muestra del más puro románico del siglo XII. En esta ruta de la Serranía el visitante se encuentra, entre otras, con Galve de Sorbe o Cantalojas, antiguas poblaciones donde saborear sus viejas calles, plazas, y casonas típicamente serranas, además de sus parajes naturales junto a los ríos Sorbe y Lillas. La guinda final debe reservarse para dar un largo paseo por el Parque Natural del Hayedo de Tejera Negra. Se trata del hayedo más meridional de Europa y cuenta con espectaculares masas de hayas ocupando las vertientes de agrestes montañas. Su mayor grandeza cromática se alcanza en otoño, pero es muy reconfortante visitarlo en cualquier época del año.
Los múltiples recursos naturales, histórico-artísticos y etnológicos que posee la Sierra de Guadalajara suponen un gran atractivo para todos aquellos amantes de la Naturaleza en mayúsculas. Para los senderistas, hay ascensiones que otorgan merecidos premios como son las maravillosas vistas de los picos de la Buitrera, El Cerrón o El Lobo. Para los que prefieran descolgarse por paredes y embudos subterráneos, la zona es generosa en simas y cavidades como la de Gorgocil. Asimismo, los aficionados a los deportes acuáticos pueden practicar, previo permiso, la vela o el piragüismo en los embalses de Alcorco y Pálmaces. Y, si buscan emociones más fuertes, nada como volar en ultraligero o sin motor en Robledillo de Mohedano o emular a Ícaro lanzándose en alta delta o parapente desde la atalaya del cerro de La Muela, en Ararilla. ¿A qué esperas para disfrutar de Guadalajara?
Más info: Oficina Turismo. Pl. Caídos, 6, Guadalajara;
Tel. 949 211 626 o Diputación: Tel. 949 887500