Muchas veces, amigos a los que les comento que voy o vengo de Francia, recibo de ellos siempre el mismo comentario: “¡Paris es magnífico!” Entonces, tengo la impresión de que muchos ignoran inconscientemente que Francia es mucho más que su capital. Que existen bellísimas ciudades y regiones que merecen mucho la pena visitar. Así que, robándole el título del filme de Eleanore Coppola, me creo en el derecho de exclamar: “¡Paris puede esperar!”.
Toulouse, por ejemplo, es un excelente destino para cualquier viajero que desee conocer y disfrutar de esa otra parte francesa (Occitania) menos conocida. Se trata de una de las ciudades con más savoir-vivre. Si por ello entendemos el disfrutar de la cultura, los libros, los museos, la conversación, y el gozar, asimismo, de los pequeños grandes placeres como la gastronomía y el buen trago en compañía. Decía Epicuro que el placer es el fin, el valor y el bien supremo. Así que, si no aprovechas su esencia, habrás desaprovechado tu única oportunidad. Y si de viajes hablamos, aprendamos a entrar y salir de Francia por sitios diferentes: ¡Paris puede esperar!
La cultura de la convivencia se prodiga en Toulouse. En la calle Filatiers y sus alrededores la gente de toda edad y condición se agolpa en las terrazas para degustar tapas entre una copa y otra hablando de política, de filosofía, o de la vida misma. Pero son muchas las calles y plazas (como las de St. George o Víctor Hugo) con mucho ambiente. No digamos ya del Nº 5 Wine Bar, de Thomas Cabrol, en la calle de la Bourse 5, calificado por Top50 como “el mejor bar del mundo”. Si lo visitas, sabrás por qué.
Entre tangos y aviones, de Toulouse a Buenos Aires
Poca gente conoce los fuertes vínculos reales que unen Toulouse y Argentina. Pero la expansión del tango en Europa fue posible en 1930 gracias a un argentino nacido en Toulouse: Carlos Gardel. Desde hace una década, Toulouse celebra cada año, del 1 al 7 de julio, el Festival Internacional Tangopostale. .Un homenaje a la historia del tango y de Aéropostal que convierte a la ciudad en la capital mundial del tango. Asimismo, esta ciudad es la ideal para los aficionados a los aviones legendarios o los viajes interplanetarios. En “La Ciudad del Espacio” uno puede revivir experiencias únicas: embarcarse en el Soyuz auténtico o sentir la emoción de los astronautas en órbita a través de la proyección en 3D Imax. La pasión por la aeronáutica empezó cuando el piloto Antoine de Exupéry, el célebre autor de El Principito, fue el primer piloto comercial entre Toulouse y el Norte de África. Se empezaba a cumplir el deseo de David Livingstone: “Iré a cualquier sitio, siempre y cuando sea hacia adelante”
Deambular por Plaza Capitole y alrededores
Es raro no encontrar cualquier día algún evento cultural o musical en la Plaza Capitolio, centro neurálgico de Toulouse. Lo haya o no, merece la pena admirar su hermoso conjunto arquitectónico, mientras te tomas en sus terrazas bajo los soportales un aperitivo Floc. No preguntes en qué consiste: ¡tómalo! Tampoco nadie se priva de hacerse un selfie delante del Ayuntamiento o fotografiar sus pies pisando su propio signo astrológico.
Pero mejor informarse en tourisme-occitanie.com. o www.toulouse-tourisme.com Y aún queda mucho que ver. Recuerda que…: ¡Paris puede esperar! www.franciscogavilan.net
