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Wurzburgo

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Emplazada a orillas del río Main, en el centro de Alemania (Baviera), Wurzburgo es ese tipo de ciudad que podríamos denominar con encanto. De las que te enamoras al cuarto de hora de llegar. Al pisar sus calles y observar a las gentes que las transitan. Al admirar sus clásicas casas burguesas, sus monumentos, y percibir un aroma sosegador que no sabes de dónde emana, pero que te seduce. El amor inmediato e irrevocable por una ciudad es un fenómeno que se da en muchas latitudes pero, al menos para este escritor, en Alemania con mayor frecuencia.

Wurzburgo es una de las más famosas de entre las pequeñas ciudades de la Ruta Romántica. Pero también es un importante centro económico, cultural, científico y vinícola. En el aspecto monumental destaca el Palacio Presidencial (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO). Es una impresionante obra de arte del barroco (1720), con líneas geométricas severas a la vez que sinuosas y que alberga el mayor fresco de techo del mundo, obra de Giovanni B.Tiepolo. Es una visita que nadie debe perderse. Sus jardines son esplendorosos y pasear por ellos es espiritualmente inspirador hasta para el más materialista los banqueros.

Después, las opciones pueden ser diversas en función de los gustos del visitante. Aparte de incursionar por el casco antiguo, con sus numerosas iglesias, como la Catedral St.Kilian o la capilla Marienkapelle (con las conocidas estatuas de Adán y Eva), los amantes del arte clásico y moderno disfrutarán al máximo visitando, entre otros, el Museo am Dom  o el de Kunstkeller, que ofrece cultura, teatro y música en un mismo espacio. El romántico castillo-fortaleza de Marienburg, cuya majestuosa silueta se divisa desde la ribera del Main, merece también la pena visitarse si se dispone de tiempo.
 

Juliusspital, comienzo de la Ruta del Vino de Franconia
El vino en esta región, más que un bien cultural, es un tesoro. Una tradición que viene de la época romana. No en balde son famosas aquí sus fiestas báquicas. Así que, si el visitante quiere aprender algo nuevo sobre el mundo del vino (y catarlo, of course), lo más aconsejable es recorrer la ruta de sus célebres bodegas Stein-Wein-Pfad. Un itinerario que, además, ofrece idílicas panorámicas de Franconia. Pero la primera lección empieza en el Juliusspital ([email protected]) de Wurzburgo. Se trata de un imponente palacio en donde se ubica una importante bodega de excelentes vinos blancos y tintos, tradicionales e innovadores. Son admirables las esculturas talladas en las propias barricas. Después, hay que encaminarse por hermosos parajes hacia Kleinheubach, para visitar la bodega Löwenstein Castle. Ubicada en un monumental palacio, se ha convertido también en un hotel con personalidad (Schbosspark 1. www.loewenstein.de) para poder relajarse y disfrutar de sus excelentes vinos y gastronomía. La fama de sus caldos se atribuye a que sus viñedos están situados en los  mejores terrenos: las faldas escalonadas de las riberas del río Main.

La pasión por el vino en la región de Franconia ha llegado hasta el punto de instaurar en el Favorite Parkhotel de Mainz (Kart-Weiser Strabe 1; www.favorite.mainz.de) un centro de estudios y experimentación vinícola y gastronómica, que incluye seminarios de cata en cooperación con el Instituto de Vino Alemán. Inscribirse en uno de ellos es descubrir el secreto del porqué en Franconia el vino está considerado allí un tesoro. 
 

www.franciscogavilan.net
Más info: Oficina Alemana de Turismo, c/ San Agustín 2, 1º dcha. 28014 Madrid. Tel. 91.3600391;
www.alemania-turismo.com; www.wuerzburg.de o www.frankentourismus.de

 

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