La capital sufre desde hace varios días una oleada de robos de tapas de alcantarillas. En tan solo 15 días han desaparecido más de un centenar, la mayoría de ellas en la Casa de Campo y en general en el distrito de Moncloa-Aravaca. Los cacos aprovechan las zonas poco transitadas para hacerse con estas tapas de empresas eléctricas y servicios, aunque la gran mayoría son del Canal de Isabel II.
El zoo y el Parque de Atracciones de Madrid son los que han salido peor parados de estos robos durante la semana pasada. Asimismo, los ladrones se han hecho con las tapas de la carretera que sube al Teleférico, las que hay junto al Pinar de Siete Hermanas y cerca del Camino del Santo, entre otros emplazamientos.
Ganchos y ganzúas metálicos son suficientes para extraer las tapas y al parecer los ladrones se mueven en furgonetas, uno de estos vehículos ya ha sido localizado por los agentes policiales que investigan el caso. Lo más sorprendente es que estos individuos, disfrazados de operarios para no levantar sospechas, conocen el código para abrir las vallas de seguridad que tiene instaladas el Ayuntamiento de Madrid en Casa de Campo.
Los vehículos deben circular con precaución por estos lugares, ya que ha sido más de un coche accidentado tras introducir alguna de sus ruedas en las alcantarillas. Algunas tapas pueden tardar en reponerse uno de dos meses y se venden en chatarrerías ilegales por 0,25 céntimos el kilo, es decir, por una tapa de alcantarilla de 20 kilos se podrían pagar hasta 10 euros.
