El Día de la Música tuvo como gran colofón la ópera de Don Giovanni en el incomparable marco del Templo de Debod, debido a la espectacular puesta de sol que desde allí se contempla. Además, sirvió para enmarcar de manera especial la última escena de la obra cuando el Comendador cobra vida para llevarse a Don Goivanni a los infiernos. Esta versión de Don Giovani, un seductor sin escrúpulos está ambientada a finales del siglo XIX y cuenta con la dirección musical de Ignacio Pilone y Madalit Lamazares. Aquellos que todavía quieran disfrutar de este clásico podrán hacerlo los días 27 y 28 de junio en el Centro Cultural Moncloa.