‘Lope. Las entretelas del Siglo de Oro’ es el título de la exposición con la que el Museo del Traje trasladará al visitante, de mañana, 10 de septiembre, al 28 de noviembre, a la vida cotidiana de este singular periodo a través de una muestra del vestuario realizado para la película ‘Lope’, de Andrucha Waddington, diseñado por la española Tatiana Hernández.
Esta joven figurinista, responsable del diseño del vestuario de títulos como ‘Esposados’, ‘Intacto’, ‘La vida secreta de las palabras’, ‘El rey de la montaña’, ‘Oscar. Una pasión surrealista’ o ‘Camino’, ha sido nominada al Goya por su labor en ‘La gran aventura de Mortadelo y Filemón’.
El siglo XVII fue en España el Siglo de Oro de las Artes y las Letras. Aunque económicamente decayó frente a dos nuevas potencias, Francia y Holanda, España permaneció ajena a las influencias estilísticas que imponía la capital gala y marcó su estilo propio. Y eso se refleja en la indumentaria. Una indumentaria a la que se concedía una enorme importancia económica y social y que, precisamente por eso, estaba rígidamente estructurada.
Debido a la fragilidad de los tejidos, muy pocas son las piezas que han llegado hasta hoy anteriores al siglo XVIII, y en su mayoría asociadas a las clases privilegiadas y a entornos funerarios.
En esta muestra, el visitante podrá contemplar venticuatro trajes de los diversos personajes que componen el vestuario de la película, así como los bocetos de los mismos. La exposición está estructurada en tres áreas. En la primera se exponen diferentes trajes de los tres personajes principales: Lope (Alberto Ammann), Isabel de Urbina (Leonor Watling), y Elena de Osorio (Pilar López de Ayala).
En la segunda se disponen las caracterizaciones de los distintos personajes que participan en una de las secuencias más dramáticas de la película, el juicio, en la que aparecen figuras tales como el corchete, el juez, Elena de Osorio, Velázquez, Navas o Isabel de Urbina. Finalmente, en una tercera aparecen representados personajes que componen grandes grupos en la película, como soldados, lavanderas, frailes, etc.
Son pocas las ocasiones en las que se pueden contemplar piezas de indumentaria de tiempos lejanos, dada la escasez de prendas originales que se han conservado, por lo que esta exposición es una oportunidad para percibir lo que pudo ser la vida cotidiana del Siglo de Oro, a través de la recreación que Tatiana Hernández ha hecho de la indumentaria de sus gentes.
