El problema que ha dejado sin clase a alrededor de 4.000 personas durante ya más de un mes en los cursos y talleres municipales que debían impartirse en los centros culturales, parece que tiene una pronta solución. Así lo han confirmado fuentes de la Junta Municipal a EL DISTRITO, que han explicado que “salvo que haya otro recurso, las clases comenzarán a finales del mes de noviembre”.
Estos cursos impartidos por los centros culturales municipales de cada distrito son una de las opciones elegidas por muchos madrileños. Ofrecen clases de todo tipo de materias con la ventaja de tener unos precios bajos, alrededor de 40 euros por trimestre. Esta fue la cantidad abonada por los usuarios de Moratalaz. Una vez realizado el sorteo para repartir las plazas, aquellos alumnos que habían tenido acceso a los cursos, debían abonar el pago del primer trimestre más la matrícula.
“Cuál fue mi sorpresa cuando al día después de pagar la cuota, me llega un e-mail en el que se anuncia que se aplaza temporalmente el inicio de las clases”, narra una de las alumnas afectadas. El motivo que se explicaba en el correo para el aplazamiento era la interposición de un recurso administrativo por parte de una de las empresas licitadoras en el contrato de talleres.
Según han explicado fuentes municipales, tras la modificación en agosto de la ley de contratación pública, al producirse cualquier recurso, todo el proceso se paraliza hasta que no se soluciona. Algo que, según estas fuentes, ya está a punto de suceder, por lo que el inicio de las clases “será a finales de este mes, sino hay un nuevo recurso, que otra vez lo paralizaría todo”.
Una de las cuestiones de las que se quejan los alumnos es que la información no se ha transmitido de la forma más correcta. El e-mail informativo no llegó a todos los alumnos, y en él tampoco daban fechas fijas para el comienzo de las clases ni explicaciones sobre cómo se les iba a devolver el dinero que ya se había pagado, una de sus preocupaciones actuales.
“Lo que me parece raro es que justo un día después de que pagáramos fue cuando nos mandaron el e-mail”, se queja la afectada, “si ya lo sabían, nos lo podían haber dicho antes de abonar”. Ahora sólo esperan que los cursos empiecen cuanto antes.
