El informe del Consistorio confirmaba el peligro de desprendimiento de algunas zonas, así como la pérdida de fijación de las escaleras de emergencia, entre otras graves deficiencias. Daba de plazo 5 días para que se tomaran medidas que evitaran “posibles accidentes por colapso”. Para otros desperfectos, el informe daba de plazo 3 meses: las grietas en la fachada, arreglos en el taller de televisión, remodelación del gimnasio… “Además, pedía un estudio geotécnico del terreno, y es que pensamos que la cimentación es inexistente. Este terreno era utilizado, creemos, como escombrera de URBIS. El terreno no es bueno y, si se construyó sin cimentación, es normal que ahora las tierras estén cediendo, y salgan esas grietas y desniveles”, explica Pablo Buj, presidente del AMPA.
No se cansan de denunciar la situación, “peligrosa para nuestros hijos”. “En los platós hay goteras, que caen sobre los focos, es un peligro”, explicaba uno de los profesores durante la visita que EL DISTRITO ha realizado al centro. Algunos de los alumnos muestran su miedo, “sobre todo en el gimnasio”. Y es que esta dependencia es una de las que peor está.
Este centro es uno de los más antiguos del distrito. Nació en 1964, y desde entonces no se ha hecho ninguna gran obra de reforma. “Con la subvención que tenemos, sólo nos da para pintar las aulas”, afirma Buj.
Recientemente ha visitado el centro un técnico de Gerencia de Urbanismo, que avisó de que el gimnasio tendría que estar cerrado. Al cierre de esta edición, obreros del Ayuntamiento, mandados por Urbanismo, han acudido al Instituto para derribar el muro del gimnasio que estaba en peor estado -en la imagen-. “Han venido a derribar el peligro, no ha arreglarlo”, afirma Pablo. Ahora el gimnasio está cerrado y no saben cuándo seguirán las obras.