Tiempo después, Fernando e Inmaculada dejaron el coche y se ‘mudaron’ a una caseta de chapa, que colocaron en otra zona de este espacio. Esta caseta se ha convertido en su hogar. Allí han vivido este invierno los momentos más duros por las inundaciones, allí pasan calor en los días de verano, en los que luchan contra las ratas e insectos y las duras noches. Y allí también están empadronados -en la Avda. Doctor García Tapia, junto al Colegio Pasamonte-, cumpliendo así una normativa por la cual toda persona debe estar empadronada, aunque viva en la calle, para que Servicios Sociales pueda llevar a cabo su seguimiento.
Desde el año 2006, esta familia está en lista de espera para obtener un piso del IVIMA (Instituto de la Vivienda de Madrid). Como en todos estos casos, los Servicios Sociales ofrecen alternativas para mejorar la situación, tales como el alojamiento en pisos de Cáritas, o ayudas para el alquiler.
La situación económica de esta familia es muy delicada. Fernando trabaja ahora “en lo que va saliendo”. Inmaculada cobra la renta mínima de los servicios sociales. Lo que más desean es un piso donde poder criar a sus hijos. Y más desde que recibieron una carta en la que les anunciaban que tenían que abandonar su ‘casa’ porque una de las fases del proyecto del Parque de la Cuña Verde ocupa esta zona.
“Hemos recurrido la orden en varias ocasiones. Si nos echan, nos vamos a la calle”, dice Inmaculada. “Llevamos 7 años viviendo aquí y no nos hemos quejado, podíamos haber okupado una casa, pero queremos hacer las cosas bien, y por eso estamos esperando el piso -explica-. Y ahora nos echan porque molestamos. Queremos que se sepa lo que hay aquí; que la Cuña Verde tiene también una zona oscura. Antes de empezar la obra, tenían que haber tenido en cuenta esta situación”.
A la situación pésima en la que vive esta familia, hay que añadir la enfermedad diagnosticada hace un año a Fernando, de 8 años. Se trata del síndrome de Tourette, un trastorno neurológico caracterizado por movimientos involuntarios repetidos, sonidos incontrolados y actitudes compulsivas. “Según el psiquiatra, la enfermedad de Fernando puede estar causada por el estrés provocado por las malas condiciones en las que vive, y que puede empeorar”, explica Inmaculada.
Ahora, sólo les queda esperar a la respuesta de su recurso, pero mientras, quieren “que los vecinos de Moratalaz conozcan esta situación”.