“Desgraciadamente era de esperar”; eso es lo que aseguran algunos vecinos de Camino de Vinateros cuando se les pregunta por el accidente que se produjo el pasado 21 de octubre en el número 102 de esta calle del distrito. Sobre las 23.35 horas un Audi A4 negro que circulaba a gran velocidad arrolló a dos personas que esperaban en una marquesina al autobús después de haber impactado previamente con un coche aparcado. Posteriormente arrasó la marquesina y continuó su recorrido unos 30 metros hasta colisionar con un muro de la entrada al metro de Vinateros. El resultado, dos personas heridas de gravedad, un varón de 30 años y un joven de 14, tío y sobrino. El primero fue trasladado al Gregorio Marañón tras haber sufrido un traumatismo craneoencefálico severo, traumatismo facial y traumatismo abdominal, este último de mayor gravedad. El joven presentaba múltiples contusiones, entre ellas una fractura abierta de la tibia en la pierna izquierda, e ingresó en el Hospital Niño Jesús.
No es la primera vez que ocurre un hecho de estas características en esta calle. A finales del pasado mes de abril un niño de diez años fue atropellado en un paso de cebra en el número 38 de la calle de Camino de Vinateros. Sufrió un traumatismo craneoencefálico severo e ingresó en el Niño Jesús en estado grave.
¡Por una solución ya!
Buena parte de los vecinos de Moratalaz sabe que Camino de los Vinateros es probablemente la calle donde los vehículos pueden adquirir más velocidad dentro del distrito. Además, existe un estudio del Instituto Mapfre de Seguridad Vial que establece como uno de los principales puntos negros de la capital la intersección de Camino de los Vinateros con Arroyo de la Media Legua, y cualquiera que se pase por allí lo puede comprobar. “Aquí hay muchos accidentes desde siempre porque, además de ser una calle ancha, hay incorporaciones en los laterales de otras calles perpendiculares, y para incorporarse a su carril tienen que pasar otro en sentido contrario”, asegura Blanca González, vecina de la calle José de Pasamonte. “Es una avenida ancha y recta que tiene tres carriles y no hay ningún tipo de ‘obstáculo’ que frene la velocidad de los coches. A lo mejor estaría bien que pusiesen cámaras de vigilancia en la zona”, asegura Mari Carmen. Asimismo, Alberto ha mostrado su indignación por lo ocurrido y ha exigido un aumento de seguridad en la zona. “Que se pongan badenes. Creo que no tenemos que esperar a que pasen más casos como éste para que el Ayuntamiento ponga soluciones”. Rafael Ruiz, por su parte, en una carta al director enviada a nuestro periódico, asegura que “esta clase de sucesos ya ha ocurrido en más ocasiones en esta misma calle y con protagonistas muy parecidos: jóvenes descerebrados que van jugando en sus coches, poniendo en riesgo la vida de las personas y provocando grandes destrozos”. Algunos vecinos ya han empezado a tomar medidas y aseguran que han denunciado estos hechos en la Junta “para que el Ayuntamiento tome cartas en el asunto”. Esperemos que así sea.
