Un festival que promueve panorama independiente nacional. Es la seña de identidad de Tomavistas Festival, un evento musical que este mes de julio celebra su primera edición en un entorno sin grandes masas, cómodo e incomparable, el Hipódromo de la Zarzuela en Moncloa-Aravaca. El verde del monte del pardo y el fácil acceso desde la carretera de La Coruña, son dos puntos a favor en cuando a escenario y acceso para esta cita.
Si algo prima en los festivales son los grupos y Tomavistas apuesta por el panorama indie y la electrónica. En la capital se echaba de menos un tipo de evento como este, ya que a diferencia de otros no tiene una duración reducida a uno o dos días, sino que oferta cuatro días de música.
Indie y electrónica
El 18 y 19 de julio está destinado a grupos nacionales y proyectos emergentes como son: Coraje, El lado oscuro de la broca, Tigres leones, Jack Knife, Cómo vivir en el campo, Bay waves, Los wallas, The right ons, Fuckaine, Atención tsunami, Zeno & the stoics, Guadalupe Plata, Mucho que se unirán al ritmo de djs como Adrián Lefreak, Reach out & Fuck somebody, Pau Roca (La habitación roja) y con clásicos festivaleros y de renombre como Sidonie, El columpio asesino, León Benavente o Nudozurdo.
Por otra parte, la electrónica y música experimental llegará los días 25 y 26 de julio con grandes nombres como: The suicide of western culture, Fira fem, Kostrok, The zombie kids y Delorean, que se unen a los no menos importantes, Begun, Belöp, Kerman, Edredón, Algora, Bflecha, Being berber, Bel bee bee, Lasers, Kill the hipsters!, Cross echeyde, Muñeco, Niño burbuja, Der panther y Bruna.
Calidad y precio
Lo mejor de este festival es la relación calidad precio, ya que confeccionar un cartel de estas características para los meses de verano es altamente complicado. Las entradas están disponibles en Internet, para un día tienen el precio de 20 euros, para dos de 35 euros y el abono para los cuatro días de música está fijado en 50 euros.
En pocas palabras, se trata de una apuesta de riesgo por el panorama musical independiente de nuestro país y grupos con una forjada carrera. Todo esto en el marco de una ciudad como Madrid que carece desde hace bastantes años de un festival que defienda la música como método artístico. En definitiva, un festival con vistas al futuro en la capital española.
