Casado ofrece a Sánchez negociar los Presupuestos si renuncia a la mesa con independentistas y la reforma de la sedición
Éstas han sido las máximas con las que el líder del grupo de la oposición acudió a la reunión con el jefe del Ejecutivo, condicionando la negociación de las cuentas del Gobierno de coalición a un giro radical de las políticas emprendidas por el mismo en apenas un mes de legislatura. A pesar de que el encuentro concluyó sin acuerdo, Casado se mostró optimista con la entrevista, llegándola a tildar de «constructiva».
No obstante, desde el Palacio de la Moncloa no se muestran tan esperanzados. Es más, se da la circunstancia de que minutos antes de la comparecencia del presidente, fuentes del Ejecutivo emitieron un comunicado lamentando la «estrategia de bloqueo» de Casado y el Partido Popular. A este respecto, el líder conservador ha aclarado que no le verán en el ‘no es no’, como en su día sí hizo Sánchez. Asimismo, instó al PSOE a repasar su propio programa electoral y a tirar de hemeroteca de cara a alcanzar acuerdos con las siglas azules.
Acuerdos de Estado
Sobre las prerrogativas de la formación popular antes de sentarse a negociar los Presupuestos, Casado ha reclamado a Sánchez que «renuncie» a la mesa de negociación con los independentistas. Así, el líder del PP ha reprochado que ni siquiera desde el Gobierno se han establecido «líneas rojas» sobre la autodeterminación. Llegados a este punto, también ha solicitado que se inhabilite a Quim Torra como presidente de la Generalitat.
Paralelamente, Casado también ha puesto el foco en Dolores Delgado. Por ello ha demandado que no se la nombre como fiscal general del Estado; en este sentido ha alegado que «no reúne los requisitos de imparcialidad».
Sobre política internacional, se ha centrado en la figura de Guaidó. A este respecto le ha exigido a Sánchez que lo reconozca como presidente de Venezuela. Asimismo, ha solicitado que le aporte toda la información sobre la reunión que mantuvieron en Barajas el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez.
Por último, Casado ha subrayado que el PP es un «partido no solo de Estado sino un partido de Gobierno». Es por ello que ha indicado que no puede limitarse a la crítica; pero aclara que tampoco puede quedarse de «brazos cruzados» durante la legislatura mientras los «radicales» se dedican a «campar a sus anchas imponiendo las políticas». Según ha indicado, el PP es el «partido de los moderados» y una «fuerza tranquila» que está dispuesta a llegar a «acuerdos de Estado».