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Carta a un político

Víctor Vázquez

El poder corrompe. Lo sabemos y aún así hemos sido incapaces de meterte en vereda con la barra libre que supone tener un carguito político y siempre familia numerosa con un “colóquenos bien, Don Paco”. Somos culpables pasivos pero tú un auténtico impresentable.

No habría crisis si la economía fuera real y no especulativa, si hubiese un control efectivo para evitar desmanes con hachazo contundente cuando te pillaran con las manos en la masa de la ingeniería contable, sin los robos de cuello blanco, si la Unión Europea lo fuera y no cuadrillas de bandoleros enviados por cada país para llevarse a la buchaca el mayor número de subvenciones posibles, sin el derroche de las arcas municipales y autonómicas en imbecilidades hasta la bancarrota tirando de crédito como si éste sólo fuera un porcentaje tuneable con típex. Una ministra socialista sin ninguna maldad llegó a afirmar que “el dinero público no es de nadie”; algo que el resto, sin atreverse a decirlo en voz alta, lo tiene marcado a fuego a la hora de despilfarrarlo.

No habría crisis si se os eligiera entre los mejores en cada caso, si dejarais la demagogia y de tratarnos como a tarados repitiendo esa imagen tan nuestra y tan antigua del cacique paternalista, si pensarais en el bien común en vez de forraros el riñón de billetaje y fundirlo en tapar vuestros complejos de nuevo rico, vuestra ignorancia vergonzosa y vuestra falta de ética; poniendo, cada cuatro años, una sonrisa en mueca para besar marujas, coger niños en brazos para la foto y repetir “yo soy del pueblo”. ¡Váyase usted a la mierda, Don Absurdo!, ya que nos ha metido, ¡sí, usted! con su granito de arena en este estercolero.

No habría crisis si se llamaran las cosas por su nombre: al muerto, muerto; a la crisis, crisis; y si el Rey se ha caído pues se ha caído y no se inventan lobos feroces que le dan con las puertas de palacio poniéndole un ojo a la borbónica. Todo es imagen y formalismo hasta que nos llega la pedrada de la realidad y descubrimos que bajo nuestro techo con parabólica todo está apolillado.

Ad latere: No es copago sanitario ni su fin es la recaudación, dice Artur Mas, sino una medida de prevención de abuso. Lo dice para quedar bien y porque no es competencia autonómica. Se mete a trilero con el Estado para ver si cuela y llevarse los euros. Que hagan la prueba, como la aplicación de las leyes en su interpretación práctica debe buscar el fin por el cual ha sido creada, que le digan que sí pero que lo recaudado vaya al Estado Central. No aceptaría ni de coña a pesar de conseguir el objetivo que nos quiere hacer creer que pretende.

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