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Cataluña, la tarjeta black de los Pujol

Se defiende la matriarca de la puyolada diciendo que sus hijos van con una mano delante y otra detrás. Pobres. No sé si lo que está promocionando es un nuevo baile egipcio tipo The Bangles o los quiere colocar en el reality ese en el que van todos en pelotas a buscar no sé qué.

El marido de la Ferrusola –a eso ha quedado casi reducido el ex presidente- se retuerce entre la amenaza brusca y con pocos velos: el clásico tirar de la manta pero más lírico por aquello de las ramas y los árboles; y el decir que si bien él no puede probar ciertas cosas, el poder judicial tampoco. Lleva razón, pero de lo que no dice nada es de lo que ya se ha demostrado y, ay, el no puede defender.

La indignación de esta banda es, sin embargo, de lo más real. Cómo les puede estar pasando esto a ellos que están por encima del bien, del mal, de lo legal y del dinero. Se resume todo en esa frase que es un joya de: Cataluña no se merece lo que le están haciendo, teniendo que en cuenta que a lo que se refiere la mujer esta es a la situación judicial de su familia. Salir por ese embudo a estas alturas, con todo lo ya florecido de la ciénaga, es de traca. Lo que se está demostrando es que Cataluña era en sí misma la tarjeta black de la mesiánica familia.

A todo esto, en la versión madrileña, y siguiendo la línea Yo no sabía…, de la energética Lola Flores, se defienden los espoliadores de Caja Madrid. Teniendo en cuenta la barra libre que suponía tener un cajero automático pegado al riñón, que es lo mismo que decir que cobras lo que quieras ya que no hay límite, quién se puede creer que eso es ético y como mínimo cómo no preguntar la manera en qué se está gestionando eso legal o tributariamente. Por favor… ¿No son ellos la élite, no son los mismos que no aceptan el desconocimiento de los que compraron las preferentes?

CODA: A partir de ahora cuando se hable de ética, de moral y de juego limpio, podremos hablar nosotros, pero no ellos30 de mayo de 1984. Jordi Pujol en el balcón de Sant Jaume. Eso sí que es balconing y no lo de los otros descerebrados.

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