Siempre se ha dicho que perros y dueños terminan pareciéndose, como si las fisonomías se fueran adaptando a las costumbres comunes de ir a mear con la helada; o las parejas, después de aburrirse durante muchos años juntos. En tiempos, también, se asociaban determinadas características físicas, por ejemplo, a los asesinos; como si las ansias de matar a medida que éstas aumentan hicieran el mentón más prominente. Algo de verdad debe haber en todo eso cuando Díaz Ferrán tiene la cara exacta que esperaríamos de alguien a quien acusan de lo que a él se le acusa.
Busco viejos artículos míos en los que cito al ahora enchironado:
Octubre de 2010: <<y una patronal que con sólo decir quien la sigue dirigiendo es suficiente: Díaz Ferrán.>>
Abril de 2010: << Díaz Ferrán, con la ayuda del Gobierno, logra renegociar un crédito con Caja Madrid. Dan por buenos los nuevos avales presentados. Ojala pudieran esos avales ejecutarse para abonar las cuotas de la Seguridad Social pendientes y los sueldos atrasados de sus antiguos trabajadores, o los billetes perdidos en el limbo del pagado sin haber avión, en vez de alargar la agonía de un entramado empresarial no sólo mal gestionado, sino con irresponsabilidad.>> Caja Madrid, que curioso…
Que yo, un pardillo, me diera cuenta de lo que se estaba cociendo tiene tela. Que nadie pusiera freno a tiempo tiene más tela todavía. Tuvo margen el ex representante de los empresarios españoles –ojo, se dice pronto- a montar con calma un entramado siciliano old school con testaferros que le pasan los euros a la remanguillé, guardando colorao en casa como un patriarca gitano y escondiendo el Rolls Royce bajo mantas como el DeLorean de Regreso al futuro.
Dónde vamos a llegar con esta pasión por la imagen, lo falso y el cartón-piedra: saca sus memorias Aznar como si fuera un mesías acomplejado, tan fuera de la realidad que acojona. Y es que no te puedes fiar de quien, con sesenta años, su mayor preocupación son sus abdominales; salvo que seas Mick Jagger –que tampoco es mucho de fiar. Y donde Urdangarín ha contratado un asesor para reconducir su imagen en vez de pedir perdón, asumir responsabilidades y devolver el parné. Y donde Benedicto XVI se monta un twitter que no escribirá él, ni el Espíritu Santo. En esas andamos mientras nuestro precipicio sí es real.
Ad latere. Algo están haciendo mal los políticos cuando los que se tiran por las ventanas son los ciudadanos y nos los banqueros como en el 29. << I had debts no honest man could pay>>. Johnny 99. Bruce Springsteen.
