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De la dispersión

Víctor Vázquez

 

Acaban de publicar el resultado de una investigación que explica que se mueven distintos engranajes en nuestro cerebro cuando se lee en papel o en la pantalla de un ordenador. Acostumbrase a lo segundo es caer en la pura dispersión, en no poder leer durante un buen trecho de corrido entre que si borro el spam, que si consulto el correo cada dos por tres como si esperara algo urgente, que si me acuerdo de… Lo busco. No digo nada ya como se utilicen twitter, fasebús y esas cosas. La lectura, al final, resulta imposible y acabamos como hiperactivos sin canalizar.

Hoy he hecho la prueba leyendo los periódicos sólo en internet. Nada de papeles. La desestructuración de las notas que voy tomando entre mil interrupciones y saltos de un enlace a otro, alcanzan a la cocina moderna: la tortilla española líquida… Ya saben. Y así sale el artículo de hoy. Métanle ustedes puntada y costuras por mí, que no me centro, y muchas gracias:

Leo en El Mundo sobre el mogollón internacionalizado de Sol: “La idea de este grupo es convertir el 15M en <<una auditoría permanente de la calidad democrática>>”. Cada vez más diferenciados del grupo de quechuas y okupas, me parece que han dado en el clavo de por donde tienen que mover las cosas. Deberán articular mínimamente una columna vertebral.

Rajoy Manostijeras. Aún somos afortunados de poder medio elegir al nuevo mandamás del cotarro, no como en Grecia e Italia.

Papeleta con loncha de chorizo pegada y aceptada como válida –protesta el BNG, será un voto para el Pepé. La más válida de todas, diría yo.

Asad abandonado hasta por la Liga Árabe. Es otro “amigo” incómodo –como lo era Gadafi– que llegó no sólo a apoyar sino a aportar tropas contra Sadam en el 90 del brazo de Bush padre.

Yo, que nunca he votado al Pepé, entiendo la debacle del PSOE. Somos unos desheredados y aún así nos venden motos.

Los Hermanos Musulmanes extienden su organizada tela araña de compasión y ayudas. Subirán todavía más sus votos y ya anuncian la nulidad de aquellas leyes que vulneren la sharia. Mal andan los egipcios entre éstos y una junta militar que ha aprendido rápido las malas maneras de Mubarak.
 
Ad latere. Escribo en Corme, al final de una de las carreteras de la Costa da Morte. Ha llegado el wifi a los bares, también hasta aquí. La casa familiar se cae a trozos con todo lo que significa de pérdida invisible. Sólo hay tiempo para lo inmediato. Qué error.

 

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