Pasaron los Reyes Magos, terminaron las fiestas, se desmontaron los árboles de Navidad. Madrid se encuentra inmersa en un nuevo año, que en sus aspectos más laborales y cotidianos se puede decir que empezó el 8 de enero, con la vuelta a los colegios. Es momento de coger aire, pararse un momento a reflexionar y ponerse manos a la obra, para que nuestra ciudad, y nuestras vidas, sean mejores en los doce meses que ahora estrenamos. ¿Qué podemos esperar en Madrid en 2014? No es un año de grandes proyectos, pero tal como fue 2013, el año del batacazo olímpico y el adiós de Eurovegas, eso no es necesariamente malo. De hecho, estoy convencido de que tras muchos años en los que la agenda política de Madrid ha estado dominada por grandes macroproyectos, se acerca el momento de lo ‘micro’: trabajar en la vida cotidiana de los madrileños, en los parques, en los polideportivos, en los centros culturales de los distritos, en la limpieza de las calles…
Frente a lo ‘macro’, una política de pequeños pasos, sin ningún glamour pero sí de mucha importancia, para hacer de Madrid una ciudad más habitable y atractiva, lo que también beneficiará al turismo, una de las principales fuentes de riqueza de nuestra capital. Es justo lo contrario de lo que hemos visto en los últimos años, y me explicaré con un ejemplo: Madrid, que según el propio Ayuntamiento ha invertido 6.536 millones de euros en sus tres fracasadas carreras olímpicas, tiene hoy sólo dos instalaciones homologadas para la práctica del Atletismo. Contábamos también con un magnifico estadio en pleno Distrito de Chamberí, el de Vallehermoso, pero el Ayuntamiento decidió derribarlo en 2008 para construir otro mejor. En realidad lo que habrá allí, con años de retraso, será un polideportivo de gestión privada…. sin rastro de atletismo. ¿Alguien lo entiende?
En definitiva, yo firmaría ahora mismo por un Madrid sin tantos castillos en el aire y promesas incumplidas y con más ‘micropolítica’. Pero no todo depende de los gestores políticos. El civismo, la actitud, el compromiso individual también es clave para lograr esa ciudad mejor para todos. Madrid necesita un nuevo impulso, energías renovadas, volver a tener motivos para quererse. No sólo estoy hablando de política; también de ciudadanía. Ojalá en este 2014 logremos, entre todos, ir haciendo una ciudad mejor.
