Trifulca literaria entre la viuda de Borges y el nocilla Agustín Fernández Mallo por el remake de El Hacedor que ha hecho este último. La Editorial Alfaguara le llama homenaje -María Kodama calla pero por lo bajo le dice deshonesto-. Intertextualidad, explican otros; y Luís Antonio de Villena ha cogido un pesado sable y ha tirado a sangre: "boba gansada pseudoadolescente", "nonadas de un niño cuarentón que se afana porque le miren".
El Derecho sin duda daría la razón a una Kodama que reconoce no haber leído el libro, y de ahí que haya ganado sin necesidad de lucha y se retiren los ejemplares de las librerías. Cuéntenle usted al juez milongas sobre técnicas narrativas y sus límites… Pero de lo que aquí estamos hablando es de literatura y no del submundo engañoso y mediocre de los picapleitos. Cuál es el problema: la tajada por los derechos de autor, qué no haya pedido permiso, qué considera la obra de bajo nivel… Lo importante es tratar de encontrar lo que diría el autor del original.
Borges desarrolló la vieja teoría de la “inspiración verbal”, donde explica que el escritor no es creador ni inventor, sino mero instrumento, un amanuense. Y donde la tergiversación que se pueda producir por la subjetividad del escritor es tan mínima, que es llamada “nadería de la personalidad”.
Hay que destacar que cuando habla de “inspiración verbal” no se refiere a espíritus santos como se pretende en los escritores bíblicos. Su visión del Espíritu como productor de literatura se acerca más a la idea de que los libros anteriores “dictan” a los que siguen.
Puede, por lo anterior, que no le gustara el resultado -nunca podremos saberlo-, pero creo, como escribe David Torres, que nunca lo hubiera prohibido. Lo que está claro es que no sólo el negocio está cambiando, sino también la creación y sus normas, con maravillosas y difusas fronteras entre disciplinas y géneros; y con el peligro de caer en reciclajes que derivan en pastiche y collages superficiales.
Quizá esté todo está escrito desde los antiguos griegos y lo único que hacemos desde hace siglos es adaptar lo mismo a los tiempos que corren. Lo humano es tan humano que los temas de verdad siempre son los mismos y sólo varían levemente por el pequeño cristalillo de nuestra limitada experiencia y el ego incandescente de creernos únicos.
CODA: “Liam es como un niño pequeño o un monito que está en un rincón tratando de llamar la atención” Noel Gallagher. Cuecen las mismas habas por todos los sitios…
