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Europeas, hablando con mi abuela

El pasado domingo se celebraron las elecciones europeas y se produjeron unos resultados que merecen una reflexión. Decía Einstein que algo no se entiende a no ser que seamos capaces de explicárselo a nuestra abuela y en ese ámbito, sin grandes explicaciones técnicas, voy a intentar explicar los resultados del pasado domingo.

En primer lugar, una caída en la intención de voto en el Partido Popular, aspecto éste esperado y por ello preocupante de un partido que ha tenido que gestionar dos años de crisis económica y una herencia recibida muy duras, con toma de decisiones muy impopulares y con el incumplimiento de parte de su programa electoral.

En segundo lugar, la penúltima caída del PSOE. Está en un limbo ideológico. El problema del PSOE es que no funciona cuando la adhesión a los principios es meramente ficticia y está dispuesto a violar cualquiera de esos principios en beneficio propio cuando la ocasión lo permita Todavía no sabemos si está de acuerdo, o no, de las decisiones económicas que tomó Zapatero (el de “subir los impuestos es de izquierdas, y bajarlos también); no sabemos cual es su modelo de Estado (seguimos sin saber si para el PSOE el concepto nación es un concepto discutido y discutible); con falta de autoridad interna (el PSC ha ido y cada vez más, por libre) y con un líder que hasta ayer era un interino. Cada día que pasaba era un día más donde todos sabían, incluso el propio Rubalcaba, que su puesto tenía los días contados. Conozco a mucha gente en el PSOE y son buenos, tienen gente preparada y con vocación política, pero una vez más se equivocan. Dicen que le sustituirá Susana Díaz.

En tercer lugar, subida de partidos ora a la izquierda, ora a la derecha que, al albur de la crisis, salen como setas. No han tenido nunca la responsabilidad de gestionar y así es fácil opinar, decir que ellos lo harían mejor, decir a la gente lo que quiere oír  Hasta hay alguno que aboga por dar un sueldo a todos los ciudadanos por el mero hecho de serlo. Estos partidos no hacen más que denunciar cosas malas y aplaudir las buenas. Así, nadie puede estar en contra, ¡que levante la mano quien esté a favor de admitir lo inadmisible!

Con todo ello estamos en tiempo de descuento ya para las próximas elecciones autonómicas y municipales. Dicen que el bipartidismo está muerto, pero el PP y el PSOE han ganado en el 85% de los municipios y creo que por ahí irán los tiros dentro de un año.

Soy concejal del ayuntamiento de Madrid, y vistos los resultados en la ciudad de Madrid, si se trasladaran a unas elecciones municipales resultaría que para gobernar con estabilidad el Ayuntamiento de nuestra ciudad habría que hacer un gobierno con PSOE, IU,  Podemos y UPyD. Todos juntos. La ciudadanía es legítima para poder elegir a sus gobernantes, pero hay gente que se entrega de lleno al populismo y la demagogia. Toda su fuerza y audacia se dirige a organizar un vasto movimiento político valiéndose del malestar de las clases más humildes y de la numerosa masa de ciudadanos sobre los que pesan fuertes deudas. Y es que la confianza se consigue cometiendo errores y aprendiendo de ellos. Espero que lo sepan ver, y los partidos ayer castigados sepamos mejorar para recuperar esa confianza.

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