En esta ocasión con retraso, puesto que por primera vez dos elecciones generales se van a separar más de cuatro años, ya estamos de nuevo ante un proceso. Haberlas convocado un poco más tarde, bordeando la legalidad, al final ha servido al gobierno para poco. Se han aprobado los presupuestos del año que viene, sí. Pero lejos de suponer un respaldo al gobierno de Rajoy, su crítica por parte de la Unión Europea y la certificación de que incluso ganando las elecciones el propio Partido Popular, Rajoy los modificará, tiran por tierra cualquier intento de dar imagen de seriedad. También salieron los datos últimos del paro, que incluyen los buenos resultados del verano para el empleo. Pero con todo, siguen siendo peores que los que dejó Zapatero al ser sustituido y que tanto se criticaron por Rajoy, por lo que tampoco le van a dar el necesario empujón del final de la carrera. Tampoco parece que las noticias sobre la corrupción en el Partido Popular o el “proceso” catalán vayan a llenar de notas positivas los periódicos en los próximos meses, más bien al revés. Con todo, la impresión es que, finalmente, este mes de prórroga que se ha autoconcedido Rajoy no va a tener mucha repercusión favorable a sus intereses.
En Madrid siempre vivimos de una manera especial eso de las elecciones generales. No es raro que todavía tengamos en mente el centralismo reinante tantos años y, al fin y al cabo, contar en nuestra ciudad con tantas instituciones oficiales del Estado (y por consiguiente, los correspondientes funcionarios de las mismas) tiene que otorgar un cariz especial que no se percibe en otras partes. Lógicamente, estoy hablando de sensaciones independientes de la vida política, de las opiniones de cada uno o del propio interés en la situación o el gobierno del país. Es algo como más interiorizado en la “Villa y Corte”, puesto que de esa particularidad solo disfruta, o sufre, la capital.
En esta ocasión el resultado apunta a que tendrá que haber pactos después de las elecciones, puesto que ningún partido alcanzará un resultado suficientemente holgado como para gobernar en solitario o con apoyos puntuales. No parece que se esté comentando mucho, pero, dado que en la ciudad de Madrid tiene el mando un combinado del Partido Comunista con otros grupos sociales y vecinales, apoyado por el PSOE; en la Comunidad sin embargo el PP, con el apoyo de Ciudadanos; los resultados que arrojan las encuestas electorales para las generales ¿llevarán a que existan diferentes partidos y coaliciones en el gobierno en los tres órganos? Sería la primera vez que Madrid Ciudad, Madrid Comunidad y Madrid capital de España alberguen diferentes opciones en cada nivel de gobierno.
