Ante determinados acontecimientos aún pienso qué hubiera escrito Umbral desde esa lucidez que brotaba como sola metiéndole espiral a la frase. Alguna vez le oí decir que él se ponía a escribir y las ideas surgían del mero uso del lenguaje, por sí mismas.
Hoy estoy haciendo un experimento. Estoy leyendo uno de sus libros-crónica: El Socialfelipismo, y ya desde su subtítulo: La democracia detenida, resulta revelador de ciertas cosas que, hoy, se repiten aunque nos lo vendan como nuevo. Vamos a empezar este artículo-plagio, Paco, querido:
“Nuestro socialismo se mueve, en sus orígenes, entre Krause y Lenin, difícil equilibrio (de ahí la originaria ambigüedad del PSOE)… Hoy tenemos un socialismo plano, nominal, y no el socialismo de bulto que se esperaba. Actualmente, el socialismo sólo toma bulto y cuerpo cuando los sindicatos se echan a la calle con todo el proletariado detrás” –hoy ni los sindicatos y la gente que sale a la calle sería Podemos… “Hacia la izquierda o hacia la derecha, el PSOE ha sufrido fugas históricas, que se repiten ahora mismo. Lo mejor del socialismo es la palabra, hermosísima en castellano.”
“Felipe González” –hoy Rajoy– funciona “siempre bajo el lema franquista de <<yo o el caos.>>”. El “hombre/poster”, que le llama al primero -o el hombre/plasma, que le llaman al segundo… “un señor que promete al pueblo español justamente lo que el pueblo espera: heredofranquismo estilizado por la democracia, con un touche de justicia social y libertad para ver videos porno…”
Eran “unos años en que España estaba populosa de revolucionarios, pero nadie quería hacer la revolución… mientras Suárez, Carrillo, Fraga y García Trevijano debatían el sexo de los ángeles… Es decir, si esto se iba a llamar transición, ruptura, cambio o qué coños… Mientras unos posaban de kennedis provincianos y otros de paternalistas bondadosos…”
“Hoy mismo, cuando escribo este capítulo, Izquierda Unida y el PSOE han firmado numerosos pactos municipales en toda España, por parar a la derecha. Es irónico (La Historia siempre es irónica) que lo que debiera ser un entendimiento natural sea un entendimiento de forzosidad. Y encima el PP habla de <<pactos contra natura>>. ¿Qué hay contra natura en que la izquierda sume más izquierdas?”
Qué cachondo es todo cuando días de después de jurar que aquí no pactaba ni el Cristo de los gitanos andan todos a tratar de fornicar a ciegas.
