La extrema izquierda, los separatistas y ETA han sido, sin lugar a dudas, los grandes vencedores de estos comicios europeos. El crecimiento de las formaciones de extrema izquierda, capitaneadas por IU y el fulgurante nacimiento del partido stalinista de Pablo Iglesias, Podemos, resulta espectacular.
Ahora, las formaciones más a la izquierda del espectro político y los proetarras aglutinan más de 4 millones de votos, casi el 26% del electorado, frente a los 1,3 millones de votos obtenidos en los comicios de 2009 (8,28% de los votos).
Los dos grandes partidos pierden más de 2,5 millones de votos cada uno. Entre los dos, se dejan por el camino 31,84 puntos.
Los partidos de extrema izquierda, en cambio, han ganado más de 2,7 millones de votos, un 17,68% del espectro electoral, pasando de 1,3 millones de votos en 2009 a los 4 millones de sufragios en 2014.
La gran pregunta que nos hacemos todos es si habrá un “¿Frente Popular en España como en el 36?”.
Por un lado, Willy Meyer, ha pedido una "confluencia" de la mayoría social y política de este país después del resultado de los comicios. IU hace un llamamiento a Podemos y otros partidos para iniciar un "proceso de confluencia con toda la izquierda y los independentistas y poder crear un nuevo Frente Popular".
En cuanto al PSOE, tendrá que decidir: o integrarse en un nuevo Frente Popular o alejarse del fanatismo que propugnan partidos stalinistas como Podemos.
No se entiende bien la torpe y absurda valoración que hizo la secretaria general del PP, consolarse con que ha sacado tres puntos y dos escaños de diferencia al PSOE, cuando ha perdido 2.600.000 votos,consolarse con eso, cuando lo que ha salido de las urnas es un nuevo Frente Popular, que agrupan a todos los antisistema ; con unos nacionalistas que tanto en Cataluña –ERC y CIU– como en el País Vasco –PNV y Bildu– son hegemónicos, es un consuelo propio de unos políticos mediocres como son los actuales dirigentes de el actual PP.
Por otro lado,el PP de Mariano está encantado porque el PSOE está más muerto que él, pero él también es un cadáver a corto plazo. El PP de Mariano se niega a tomar nota de la realidad y recuerden que no hay peor ciego que el que no quiere ver.
