Claro que igual deberían retirarle la custodia de sus hijos a los padres de las 41 personas que me salen al buscar en Madrid en la guía telefónica el nombre Francisco Franco. Más delito tienen los perversos y retorcidos padres de 26 pobres desgraciados que, según la misma guía, se llaman Manolo Escobar. ¡Qué pesadillas tendrán recordando que a diario en el colegio les cantaban a todas horas el “Porompompero”!
Habría que prohibir ciertos nombres con mala leche. Por ejemplo, debería estar castigado con penas severas lo que hizo aquella inconsciente que le puso a su retoño ‘Kevin Costner de Jesús’. ¡Qué este año está de moda ponerle a los niños ‘El Duque’ y a las niñas ‘Sin tetas no hay paraíso’! También se debería encarcelar a aquellos ‘humoristas’ que combinan el nombre con el apellido del bebé, para crear aberraciones estilo Margarita Flores del Campo -en plan ecologista- o Elena Nito del Bosque -el caso más popular-. Que os juro que tuve un compañero que se llamaba Miguel La Granja San Francisco. ¡Si te apellidas La Granja ten un poco de vista! ¡No te eches una novia que se apellide San Francisco, por Dios!
Como se cometen tantas aberraciones me he puesto a leer a ver qué dice al respecto la legislación española. No existen muchos límites legales. No se le puede poner al niño “más de un nombre compuesto ni más de dos simples”, o sea que está terminantemente prohibido llamarle ‘Felipe Juan Froilán de Todos los Santos’ salvo que tu familia ostente privilegios especiales y no tengas por qué respetar las leyes. Además “quedan prohibidos los nombres que objetivamente perjudiquen a la persona, (…) los que hagan confusa la identificación y los que induzcan en su conjunto a error en cuanto al sexo”. O sea que no puedes llamar a tu niña ‘Idiota de Mierda’. Pues menos mal. Algo es algo.
No entiendo muy bien un párrafo que prohíbe los nombres “que hagan confusa la identificación”, aunque creo que puede querer decir que no llames a tu hijo XJK 24 ó R2-D2. Tampoco me explico muy bien que estén vetados ‘los que induzcan en su conjunto a error en cuanto al sexo’. ¿No podría llamarse alguien Kabul, por ejemplo, siendo chico o chica? El nombre auténtico de John Wayne era Marion, y aquí le habrían prohibido llamarse así.
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