La magistrada que investiga el ‘Caso 8-M’ , Carmen Rodríguez-Medel, observó cómo Fernando Grande-Marlaska tomó la decisión de cesar de su cargo a Diego Pérez de los Cobos.
El Gobierno conocía el impacto en la salud pública que podía suponer la manifestación del 8 de marzo. La colaboración del jefe de la Guardia Civil en la investigación, para determinar si existe delito en la autorización del Gobierno, ha provocado una grave crisis entre Interior y este cuerpo de seguridad.
Carmen Rodríguez-Medel cuenta con una jugada legal que podría reincorporar a Diego Pérez de los Cobos a su cargo y sentar en un juzgado al propio ministro del Interior. Una carta con la que la magistrada que puede jugar en el marco de las garantías básicas del Estado de Derecho.
En el ámbito de independencia judicial, las leyes españolas apuntan a que todos aquellos agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que actúen como ‘Policía Judicial’ dependen estrictamente del juez que les atribuye la investigación.
El artículo 550 de la Ley Orgánica del Poder Judicial garantiza la ‘inamovilidad’ de los funcionarios. Es decir, que sólo la magistrada podría destituir de su cargo a Diego Pérez de los Cobos. Una norma que dejaría una posibilidad para el regreso a su cargo del coronel de la Guardia Civil. De este modo, la jueza podría dejar sin validez la decisión de Fernando Grande-Marlaska.
Un ministro en los juzgados
El cese irregular de Diego Pérez de los Cobos ha abierto escenarios peligrosos para Fernando Grande-Marlaska.
Pablo Gutiérrez de Cabiedes, diputado de VOX, explica que la jueza también cuenta legalmente con la potestad para llamar a testificar a Diego Pérez de los Cobos. Esto ocurriría en el supuesto de que se quisiera conocer si fue forzado a desvelar el informe de la Guardia Civil sobre el 8-M. Un informe que cayó en las manos de los medios de comunicación afines al PSOE y Podemos.
Si el coronel admite que fue forzado se tendrían que identificar a las personas que lo hicieron, pudiendo ser imputados por el Poder Judicial.
De comprobarse que Grande-Marlaska incurrió en un posible delito, la magistrada podría procesarle por presunta inducción a la revelación de secretos, desobediencia e incluso por obstrucción a la justicia o coacciones.
Subo la apuesta sobre lo que puede hacer la Juez Medel, cúpula de Interior y de los Cobos:
1)Citarle a testificar y preguntarle: se le llamó para que revelara el Informe?
Sí
Quién? B,S y G2)Citar como imputados a B,S y G
Porque como decía, hay posible actuación delictiva
HILO pic.twitter.com/e7TCHIoMEm— Pablo Gutiérrez de Cabiedes 🇪🇸 ن (@PabloGCabiedes) May 27, 2020
La ‘purga’ continúa
El número 3 de la Guardia Civil, el general Fernando Santafé Soler también fue cesado ayer por el ministro Marlaska. Santafé era jefe del Mando de Operaciones de la Guardia Civil, el número 3 del Instituto Armado. Al mando se le ha ofrecido un nuevo puesto y finalmente lo ha aceptado.
Su salida se produce después de la dimisión de Laurentino Ceña, su superior directo, y tras el cese fulminante del coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la Comandancia de Madrid.
Crisis entre la Guardia Civil e Interior
Los agentes de la Guardia Civil siguen en zona de conflicto contra el ministro del Interior tras la ‘purga política’ que ha sometido a este cuerpo de seguridad del Estado. Un Cuerpo al que ahora Marlska ha subido el sueldo en un 20%, probablemente, para comprar su silencio. La respuesta de la Guardia Civil a PSOE y Podemos fue contundente: “La Guardia Civil no se puede comprar”.
El secretario general de Justicia para la Guardia Civil, Agustín Leal, advirtió en un programa de televisión que «la Guardia Civil no se doblega ante nadie, solo ante la justicia, las leyes y nuestra Constitución». Leal calificó la dimisión de Laurentino Ceña de ser un “gesto que demuestra sus valores, profesionalidad y que está al verdadero servicio de la Guardia Civil”.
Además, afirmó que la excusa de la “pérdida de confianza” es una mentira más del ministro del Interior para justificar su ‘purga’ dentro de la Guardia Civil. “Es una versión que no se la cree nadie”, añadía. Leal explicó que no es la primera vez que Marlaska miente. Ya lo hizo con «la distribución de las EPI en todos los cuerpos de la Guardia Civil y que nunca ocurrió”.