La muerte de George Floyd desata protestas y un incendio racial sin precedentes en Estados Unidos.
El afroamericano George Floyd moría el 25 de mayo asfixiado por un policía blanco. El vídeo de su detención ha desembocado en los peores disturbios de las últimas décadas.
Estados Unidos está inmerso hoy en los peores disturbios raciales desde el asesinato, en 1968, de Martin Luther King. El histórico líder de los derechos de los negros. La mecha de las protestas contra los abusos policiales y el racismo fue la muerte por asfixia del afroamericano George Floyd en Minneapolis. Unas protestas que se han extendido ya a lo largo de todo el país. Un policía blanco se arrodilló sobre el cuello de Floyd durante varios minutos. Una vez ya estaba esposado y pese a sus continuos ruegos advirtiendo de que no podía respirar, el policía siguió apretando hasta acabar con su vida. El toque de queda sigue declarado en numerosas ciudades, las detenciones se cuentan por centenares y hasta Donald Trump se vio obligado a refugiarse el pasado viernes en el búnker de la Casa Blanca.
El policía que acabó con la vida de George, Derek Chauvin fue detenido el pasado viernes, acusado de homicidio involuntario. Chauvin comparecerá este lunes por primera vez ante un tribunal.
El 26 de mayo comenzaron las protestas en Minneapolis. Inicialmente de manera pacífica, pero a lo largo la noche desembocan en violencia y saqueos. Los días siguientes, los manifestantes incendiaban hasta tres comisarías de policía de la ciudad. El 28 de mayo, el gobernador del estado de Minnesota despliega hasta 500 soldados de la Guardia Nacional mientras el alcalde de Minneapolis declara el estado de emergencia. Al mismo tiempo, las protestas contra el racismo se extienden hasta en un centenar de ciudades de todo el país, entre ellas algunas tan importantes como Chicago, Las Vegas, Los Ángeles o Nueva York.