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El corazón de la capital se encuentra en Vicálvaro

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Si la Comunidad de Madrid, gobernada por Cristina Cifuentes, fuese un cuerpo humano, el barrio de Valdebernardo, en Vicálvaro sería, sin duda, su corazón. Allí se ubica el Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid, a donde cada año llegan 250.000 donaciones de los miles de madrileños que acuden a los 32 puntos fijos instalados por toda la región, o bien a los famosos autobuses de la Cruz Roja. Y desde donde se bombea la sangre a los hospitales madrileños.
“La sangre se procesa, se separan sus componentes, se analiza y se distribuye”, explica la responsable de Promoción, Pilar de la Peña. 
A su lado, Francisca Abad rellena el formulario antes de donar sangre. Esta cosladeña es donante de aféresis, una práctica poco conocida pero muy valorada, pues una sola de estas donaciones equivale a cinco donantes. “Quería donar algo más, me informé y al ver que esto no era doloroso, me lancé”, comenta con una sonrisa en la cara. Pedro Molina es otro de estos donantes tan solidarios. Su caso es muy especial al ser 0 negativo, o lo que es lo mismo, donante universal. A veces, su donación ya la está esperando alguien en un hospital, y es que es utilizadaespecialmente para enfermos que padecen cáncer o leucemia. “Hay que ser solidarios”, repite una y otra vez desde el puesto de donación.

Solidaridad
A pesar de que los madrileños tienen fama de ser bastante solidarios,  y muy especialmente a los vecinos del barrio de Vicálvaro, para que acudan allí a donar. “Deberíamos recibir unas 900 donaciones al día, que es lo que precisan los hospitales madrileños”, sostiene Pilar de la Peña, responsable de promoción del centro. Por eso, han enviado 8.000 cartas a vecinos de Moratalaz y de Vicálvaro que han donado alguna vez para animarles a que repitan. “Somos muy solidarios, pero necesitamos más”, aduce de la Peña, que explica cómo las plaquetas apenas tienen una vida de cinco días.

Reservas suficientes
Mientras tanto, en la sala de fraccionamiento la actividad es frenética. Allí se separan los componentes de la sangre y se conservan a 4ºC en distintas cámaras según su tipo. Incluso hay una reserva de sangre para recién nacidos que han de someterse a cirugías. Normalmente, gracias al grupo sanguíneo y al RH conocemos los “dos apellidos” de la sangre, pero “en ocasiones se necesitan saber los ocho apellidos vascos”, explica animada la responsable de promoción. Para ello, el centro dispone de una tecnología puntera y de un equipo de más de 150 profesionales que se encargan de procesar, analizar y distribuir la sangre a todos los hospitales madrileños, ya sean públicos o privados.

24 horas
La importancia de contar con las reservas suficientes de sangre radica en que ha de ser la sangre la que espere al enfermo y no al revés. “En un máximo de 24 horas desde la donación la sangre está disponible”, dice de la Peña. Por eso hay que donar siempre, no sólo cuando se producen catástrofes o atentados, sino antes para que la sangre llegue a tiempo. 
En estos momentos, el reto principal se encuentra en que los madrileños continúen siendo solidarios, especialmente aquellos que viven en los distritos de Moratalaz y Vicálvaro, porque su pequeño gesto puede salvar una vida.Una visita al Centro de Transfusión de Vicálvaro siempre merece la pena.
 

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