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Vagabundos, mendigos y top manta, la imagen del Centro de Madrid

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La crisis económica ha provocado un aumento de la mendicidad, que se ha visto incrementada en los últimos años en Madrid. Es casi imposible pasear en el Centro sin ser abordado por personas que piden limosna. A ellas se suman los mercadillos improvisados o top manta que invaden las calles y con los que el viandante se encuentra a cada paso. El problema ha sido calificado como "crónico" por Esteban Benito, representante de la Plataforma Vecinos Madrid Centro.

Esto se remonta a hace 6 años, según el portavoz vecinal, quien relata que en concreto en la plaza de Chueca "se reúne a diario un grupo de personas, casi al 100% de ellos toxicómanos y alcohólicos, que se pelean entre ellos e insultan a la gente". Y es que estas adicciones de los mendigos generan inseguridad en las calles, "hay individuos agresivos, algunos de ellos viven en el barrio y otros acuden a centros de acogida, el problema es de orden público, y civismo", dice Esteban Benito.

Llega el frío y crece el número de mendigos en las calles que no acuden a los centros habilitados por el Ayuntamiento de Madrid, "hemos visto como los soportales de 30 personas se ha duplicado la cantidad", declara el presidente de la Asociación de Hosteleros de la Plaza Mayor, José Antonio Aparicio. En esa zona y alrededores, el problema es especialmente relevante, ya que existen "asentamientos reales", explica Aparicio, quien añade que son personas que "duermen, degradan y acosan a la gente". Esto repercute en el comercio, ya que de lunes a viernes "nos matan el comercio clásico y al resto de hostelería", sentencia Aparicio.

La venta ilegal es un “cáncer”

En 2010 se despenalizó la venta ilegal de productos en las calles. El artículo 270 aplicable del Código Penal, considera falta si lo que llevan encima los manteros no supera el valor de 400 euros.

El Anteproyecto de reforma del Código Penal del ministro Gallardón, reintroduce el delito para estos vendedores callejeros. Según la futura ley, pasaría de ser una falta a un delito, con penas de hasta dos años de cárcel. Mientras tanto, los mercadillos improvisados con cajas de cartón siguen presentes en las calles del Centro, "montan puestos y generan problemas de movilidad, por ejemplo desde la calle Augusto Figueroa hasta la plaza de Chueca", revela Esteban Benito.

A los mercadillos se suman los top manta en la calle Postas, Mayor y Arenal, son un "cáncer", en opinión del portavoz de los hosteleros de la Plaza Mayor, quien lo argumenta con "la peligrosidad de los africanos, hay mucha cantidad y cuando huyen en desbandada se llevan a quien se les ponga por delante".

Amparados por la ley, la Policía Municipal sólo lleva a cabo acciones sorpresa contra ellos en moto, "existen campañas contra lateros y botellón pero no contra manteros, son actuaciones condenadas al fracaso", expone Aparicio. Los lateros y los chinos que venden productos ilegales junto a los mercadillos de la Plaza Mayor, son otros de los problemas contra los que lidian los comerciantes y esperan respuesta del Ayuntamiento de Madrid.

Suciedad en el Centro

La huelga de basuras se ha dejado notar en los últimos días en todo Madrid. Sin embargo, la suciedad siempre ha estado presente, en gran parte en forma de papeles, en el centro de la capital. Cada fin de semana se reparten 50.000 flyers y se pegan 2.000 carteles en el mobiliario urbano, “las farolas de los barrios están desgraciadas, hay una ordenanza que lo prohíbe, es un abandono de la higiene del Ayuntamiento", denuncia Esteban Benito.

A esta suciedad, se suman los restos de botellón de los fines de semana, que los días de lluvia colapsa los tragaderos de agua, "provocando charcos negros que generan otros daños colaterales", manifiesta el portavoz de los vecinos, quien opina que "si el consistorio no tuviera dejadez absoluta y gestionara más dirigentemente los contratos de basura, ahorraría en costes de servicio de limpieza, porque no habría tantas cosas que limpiar".

En la Plaza Mayor no han notado tanto la huelga de basuras, porque los cartones de los mendigos siempre han estado presentes, "es algo que ya estábamos viviendo y no ha sido una novedad", indica  Aparicio, quien concluye que "ahora están limpiando, pero en dos o tres noches tendremos de nuevo la plaza con residuos".

Por el momento, el Ayuntamiento de Madrid aprobará a principios del próximo año una ordenanza de convivencia para poner coto a la mendicidad, con multas de 750 euros por pedir limosna en las puertas de supermercados. Además, se sancionará por pedir servicios de prostitución y tirar colillas a la vía pública, entre otras acciones.

A la espera de la nueva medida, que no pondrá fin a todos los problemas expuestos que padece Madrid, comerciantes, vecinos y viandantes seguirán a la espera de un Centro, como merece la capital de España.

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