Así lo ha manifestado tras la operación policial ocurrida a las 4:30 de la mañana de este viernes, en la que 139 tiendas de campaña fueron levantadas, 97 personas identificadas, de las que el Samur Social atendió 57, e intervinieron más de cien policías y antidisturbios durante casi una hora. Tras expresar su «enfado» por el «maltrato» a estas personas, ha dicho que su grupo pedirá «responsabilidades, y las primeras son éticas».
Barbero se ha declarado «indignado» de que los enseres de estas personas fueran «tratados como basura», ya que los recogieron en camiones para tirarlos a la basura. «Algunas personas han perdido sus documentos, que estaban dentro de la tienda de campaña», ha asegurado durante la concentración este mediodía en Cibeles donde varios de los desalojados se presentaron con sus maletas, carritos y sacos de dormir.
Según el edil, algunas de estas personas a veces consiguen algo de dinero y duermen en una pensión, y ahora «vuelven y han perdido su propia documentación». Son personas que «están empezando a querer tener alguna voz colectiva, agrupándose con todo el derecho» y reivindicar una vivienda digna. Barbero ve una relación directa entre el desalojo y la próxima visita de inspectores de la ONU, que analizan la petición de convertir el eje del Prado en patrimonio de la Humanidad.
Por supuesto, «todos los madrileños queremos que el eje Prado-Retiro sea reconocido como patrimonio cultural», según el edil, pero no a costa de «invisibilizar la realidad de estas personas que están viviendo en la calle» y han sido desalojados por los antidisturbios.
A su juicio, los acuerdos de gobierno entre Ciudadanos, Vox y PP se traducen en último término en «operaciones de limpieza». El mensaje es que «eso esté limpio a las 6 de la mañana», afirmó Barbero para quien «este Gobierno tiene primero medidas policiales y después medidas sociales».
El concejal ha censurado, asimismo, que el desalojo se produzca cuando el delegado de Familia e Igualdad del Ayuntamiento, José Aniorte, inauguraba la III Feria por la Inclusión Social que se celebra este viernes. Para Barbero, estas personas son «vecinos de nuestra ciudad que exigen derechos básicos y una vivienda digna», ha dicho en la concentración.
Preguntado si él permitiría el desalojo si siguiera de delegado de Seguridad, Barbero ha dicho que «las decisiones de un gobierno son colectivas» y que a lo mejor «hay que contar a la Unesco» cuál es la realidad de esta ciudad. Ha reconocido que en el Gobierno anterior, al que él pertenecía, «probablemente hubo algunos déficit», pero en el programa de medidas para los siguientes cuatro años incluían medidas para estas personas.
«Claro que no hicimos todo lo que debíamos», admitió Barbero para a continuación recordar que él «dio la cara cuando lo tuvo que hacer». A su juicio, «empieza a ser muy feo que las primeras medidas de este gobierno sean policiales», y ha recalcado que estas personas tienen «mucho sufrimiento detrás».
