El hospital Gregorio Marañón ha anunciado el cierre de una de las tres áreas de traumatología con las que cuenta el centro (que suponen en la práctica la desaparición de unas 30 camas). La medida, hecha pública por Izquierda Unida, ha provocado fuertes críticas de los empleados del centro hospitalario al producirse, según estimaciones del comité de empresa, cuando la lista de espera se sitúa por encima de las 1.700 personas.
El hospital, por su parte, rechaza la denuncia de IU relativa a la clausura de 36 camas de Traumatología y negó que "se hayan cerrado quirófanos ni alterado la actividad quirúrgica programada". La dirección del hospital "desmiente cualquier acusación sobre una posible reducción de especialidades de su cartera de servicios" y selaña que, "aprovechando una bajada coyuntural en los ingresos de Traumatología acometerá obras, habituales y necesarias, de remodelación y mejora en un área de hospitalización de este servicio".
Conocida la polémica, los sindicatos han negado la versión oficial y afirman que el cierre viene motivado por la política de recortes de la Consejería de Sanidad denunciando que desde hace tres meses uno de los quirófanos ha dejado de operar los viernes.
