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Lissavetzky denuncia que 20 empleados del centro de mayores Pío Baroja perderán su trabajo

Unos 20 trabajadores que prestan sus servicios en diversos centros municipales de Retiro desde hace años perderán su empleo mañana. La empresa contratista rompe con la costumbre de subrogar a la plantilla. “Estamos ante un modo de gestión dominado por el capitalismo salvaje”, ha declarado el portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky. Este despido forma parte, de una “gestión errónea” que consiste en contratar empresas con el único criterio del presupuesto más bajo sin mirar la calidad del servicio, los medios disponibles y el mantenimiento de las plantilla. Lissavetzky acusa a la alcaldesa de Madrid de actuar como una simple “contable”.

Lissavetzky ha visitado el centro de mayores Pío Baroja, en Retiro, donde hasta hoy trabajan algunos de los afectados por los recortes aplicado por una filial de Ferrovial, adjudicataria de servicios de asistencia. “Ya hemos visto los efectos de este capitalismo salvaje con la limpieza de las calles, las guarderías infantiles y polideportivos”, subrayó el portavoz del PSOE. El edil, que ha estado acompañado por los concejales Diego Cruz, Luis Llorente y Gabriel Calles, ha criticado que la alcaldesa se “desentienda” por completo de los servicios. “No basta con contratar a una empresa, hay que preocuparse por lo que ocurre después”. Hasta hace poco la práctica habitual consistía en que una gran empresa acudía al concurso y una vez obtenida la adjudicación, subcontrataba a otra empresa más pequeña que  siempre subrogaba la plantilla.
 
Oferta económica más baja
 
La crisis económica ha pervertido el sistema y, con cada renovación, los trabajadores sufren recortes que se ven obligados a aceptar sin rechistar con tal de mantener el puesto. La adjudicación a la oferta económica más baja ha deteriorado aún más la situación y en este caso se prescinde de la plantilla. “Ana Botella no puede refugiarse en que no es asunto suyo porque estos servicios son competencia municipal”, advierte Lissavetzky. El modelo de gestión impuesto en el Ayuntamiento convierte a los trabajadores en “peones eliminables”, conformando un “capitalismo salvaje que desde el PSOE rechazamos”, ha asegurado.
 
Por otra parte Lissavetzky ha negado las afirmaciones de la alcaldesa sobre el “saneamiento de las cuentas municipales”. “Lo único que ha hecho es actuar como una contable que traspasa dinero de unas partidas a otras”, añade. Según el portavoz socialista, este año ha recortado 36 millones de las partidas sociales para atender “imprevistos”. Y los presupuestos aprobados para 2015 dedican veinte de cada cien euros a pagar dinero a los bancos y solamente cinco a inversión.
 
El portavoz socialista acusó a Ana Botella de haber asistido “al gran despilfarro de los años anteriores sin decir una sola palabra y ahora nos está haciendo pagar a los madrileños aquellos excesos”, ha concluido.

 

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