El pasado 10 de diciembre, los dueños de estos establecimientos se reunieron en una de las puertas principales del parque para denunciar esas condiciones, que consideran injustas. El Ayuntamiento de Madrid renueva las licencias cada 10 años. Según los quiosqueros, se ha variado sustancialmente el baremo calificador de las ofertas, mediante una fórmula que prima sobre todo las posibilidades financieras de los participantes en el concurso.
El canon mínimo a abonar sube de entre 10.000 y 19.000 euros actuales, hasta los 39.895 euros mínimos que se fijan con esta nueva modificación. Además, ahora pueden concurrir a la concesión uniones temporales de empresarios, sociedades y empresas pertenecientes a un mismo grupo, mientras que antes sólo podían presentarse pequeñas y medianas empresas. Este es uno de los aspectos más criticados por los propietarios.
Los quiosqueros se situaron en la plaza de la Independencia, y repartieron más de mil raciones de chocolate caliente para llamar la atención sobre sus reivindicaciones.
Tienen miedo de quedarse sin su negocio que, en algunos casos, ha pasado de generación a generación.
En su día los terrenos fueron cedidos por la Casa Real, un dato histórico que los quiosqueros no creen que se esté tomando en cuenta.
Un grupo de representación de estos propietarios se va a reunir con el concejal del distrito, Ángel Garrido, para acercar posturas.