Se cumple un año desde la construcción de la pasarela sobre la M-30 que une este distrito con el de Moratalaz. Una infraestructura que ha estado rodeada de polémica desde el principio, sobre todo por parte de los vecinos del barrio de La Estrella, que la consideraban “innecesaria”, y que tenían miedo de que facilitara la “introducción de droga en la zona”. Y es que, esta pasarela une la calle Manuel Machado (Moratalaz) con la calle del Pez Volador (Retiro), o lo que es lo mismo el edificio de pisos sociales conocido como El Ruedo, donde viven realojadas numerosas familias de etnia gitana, con La Estrella. Así, en un primer momento, los vecinos de Moratalaz defendieron que la pasarela les permitiría disfrutar del parque, de la piscina y del resto de equipamientos de La Estrella. Mientras, los de Retiro no entendían la construcción de esta infraestructura porque ya “existía un puente a menos de 300 metros que unía las dos zonas”.
Asimismo, en su día, un portavoz de la Plataforma Estrella Verde de Roma, que ha liderado el movimiento en contra de la pasarela, insistió en que su negativa no era “por racismo, sino porque era innecesaria”.
A pesar de toda esta controversia inicial, la pasarela, cuyo presupuesto ascendió a más de dos millones de euros, facilita el tránsito diario de centenares de vecinos, que no han tenido ningún tipo de incidencia en todo este tiempo, y que están satisfechos con la obra.
