Durante todo el siglo XIX el Ejército español estuvo lleno de militares catalanes distinguidos, uno de ellos fue el comandante José Olaguer Feliú. Nació en Manila en 1857, pero sus padres eran catalanes. Fue un brillante oficial de Estado Mayor. En 1896 fue destinado de regreso a Filipinas. Su nombre irá siempre unido al de la sangrienta batalla de Cacarong de Sile, el 1 de enero de 1897.
A las órdenes del activo Capitán General de Filipinas, General Polavieja (véase artículos anteriores) el Ejército lanzó una ofensiva contra los rebeldes tagalos de las provincias de Nueva Écija, Morong y Bulacán en la isla de Luzón. Los rebeldes se habían reunido y fortificado en un monte del término de Cacarong, cerca de San Juan de Bulacán. Era un monte inaccesible por 3 lados por sus barrancos quebrados. Sólo era posible asaltarlo de frente.
3 columnas mandadas por los comandantes Olaguer Feliú, Shartou y Arteaga, formada por fuerzas del Batallón de Cazadores número 6, el 4º de zapadores y fuerzas indígenas entre otras, iniciaron el ataque lanzándose a la bayoneta de frente.
Los tagalos se defendían con fusiles, cañones de metralla y piedras. Las tropas tomaron la primera de trincheras, mientras los tagalos huían. Pero era una trampa. En el centro del campamento había una gran sima en la que se escondían una multitud de filipinos, para atacar a los españoles por la espalda y matar a los que cayeran.
Pero los soldados se dieron cuenta justo a tiempo y prendieron fuego a los ramajes que la cubrían, muriendo así 200 tagalos abrasados. Los que salieron intentaron resistir pero fueron vencidos. Las otras 2 columnas atacaron por ambos flancos cubriendo el centro y la falda del monte y cortando la retirada enemiga. Los tagalos lucharon con valor pero fueron destrozados.
Sólo las fuerzas de Olaguer dieron muerte a 600 rebeldes. El desastre tagalo fue total. Murieron en total 1200 rebeldes. Las bajas españolas fueron de un centenar y se incautaron grandes cantidades de armas. El comandante Olaguer Feliú recibió la Cruz Laureada de San Fernando.
Olaguer siguió con una brillante carrera militar tras la guerra recibiendo numerosas distinciones. Años más tarde, en 1922, ya Teniente General fue ministro de la Guerra durante unos meses en el gobierno de Sánchez Guerra.
Murió en Madrid en 1929.
Fuente: Filipinas por España. Crónica de la insurrección en el archipiélago filipino. Vol 2 Emilio Reverter Delmás. Barcelona 1897.
Rafael María Molina Sánchez. Historiador
