La calle del Doctor Esquerdo, que recuerda la figura del médico y político alicantino del siglo XIX José María Esquerdo, forma parte del que fue antiguo foso que rodeaba Madrid y que, a comienzos del siglo XX, se urbanizó y pasó a llamarse Paseo de Ronda. Nace en la Plaza de Manuel Becerra, atravesando las vías principales de O’Donnell, Avenida del Mediterráneo y la Avenida de la Ciudad de Barcelona, entorno donde finaliza.
José María Esquerdo ejerció como médico en el Hospital General de Madrid, hoy Gregorio Marañón, ubicado en la calle que lleva su nombre. Fue uno de los personajes más célebres de su época por su prestigio como médico y por su actividad política. Introdujo en España las técnicas de la moderna psiquiatría, incluida la terapia ocupacional, eliminando el tratamiento coercitivo extremo de los sanatorios de la época, sustituyéndolo por una asistencia a cargo de médicos y enfermeros adecuadamente instruidos.
José María Esquerdo y Zaragoza nació en Villajoyosa (Alicante) en 1842. Huérfano de padre el año de nacer, se encargó de su educación y de la de otros siete hermanos su tío materno. Niño aún, pasó a Valencia y allí estudió el bachillerato y comenzó sus estudios de Medicina, pero los continuó y terminó en la Universidad Central de Madrid Madrid, donde se licenció en Cirugía y Medicina en junio de 1865, con calificación de sobresaliente, en donde conoce al Dr. Pedro Mata, impulsor en España de la Medicina Legal, que le hace interesarse de forma especial en la neuropsiquiatría y en los derechos de los entonces conocidos como «enajenados».
En 1866 es nombrado profesor por oposición en el Hospital General de Madrid, el germen de lo que hoy en día es el Hospital General Universitario Gregorio Marañón, situado en la calle que lleva el nombre de Dr. Esquerdo, como reconocimiento de la ciudad de Madrid a su figura. Será profesor en dicho hospital hasta el año 1900.
En septiembre de 1868 comienza el llamado Sexenio Democrático tras el derrocamiento de Isabel II; una de las decisiones del nuevo gobierno es modernizar la educación y la investigación en España y Esquerdo es una de las figuras fundamentales. Pese a rechazar un nombramiento de catedrático ofrecido por el gobierno, comienza a impartir un curso libre de Patología General y Enfermedades Mentales en la Facultad de Medicina de Madrid San Carlos; las clases, voluntarias, unían la vertiente teórica con el tratamiento real de los enfermos mentales, y contribuyeron de forma fundamental al avance de la psiquiatría en nuestro país.
Esquerdo fue uno de los precursores en el reconocimiento del estudio de las enfermedades mentales como una especialización de la medicina y de las necesidades de los enfermos, pidiendo la reforma del Código Penal y defendiendo en el Senado la irresponsabilidad de la persona afectada por problemas mentales.
En 1877 creó su propio manicomio para llevar a la práctica sus teorías sobre este tipo de enfermedades y en el que poder tratar y, si era posible, recuperar a los enfermos mentales. El «Manicomio de Carabanchel» estaba compuesto por varios pabellones rodeados de jardines en los que los enfermos podían experimentar la libertad sin dejar de ser atendidos y tratados de sus desequilibrios. Gran parte del personal trabajador, incluido el doctor Esquerdo y su familia, vivían en esa especie de comunidad autosuficiente que se abastecía gracias a sus huertas y granjas. También ubicó una sala de billar y un teatro en el centro, en el que enfermos, sus familiares y el personal interpretaban distintas obras. Además, Esquerdo fundó un manicomio más pequeño, al que llamó El Paradis, en su Villajoyosa natal.
A su muerte, acaecida en su domicilio de Madrid en enero de 1912, dos de sus hijos y su yerno -don Vicente Álvarez Villamil-, todos ellos médicos, continuaron su labor. Al finalizarla Guerra Civil, la familia, forzada por la circunstancias, apenas pudo mantener una presencia minoritaria como accionista de la nueva “Sociedad Sanatorio Esquerdo, S. A.” que pasó a ser dirigida por el doctor y profesor Juan José López Ibor.
Miembro del Partido Republicano Progresista, fundado por Ruiz Zorrilla y Salmerón, fue elegido concejal (1892) y diputado por Madrid (1893), constituyendo lo que se denominó Unión Parlamentaria Republicana. Fue nombrado jefe nacional del partido en 1895, a la muerte de Ruiz Zorrilla. En 1897 fundó, junto con otros destacados políticos, la Unión Republicana Nacional y en 1910 volvería al Congreso de los Diputados como miembro de una coalición que agrupaba a republicanos y socialistas, junto con Pablo Iglesias y Benito Pérez Galdós.
