Entre las muchas curiosidades que alberga el Parque del Retiro, merece especial mención una de sus joyas botánicas, parada obligada para todo visitante que se precie, por estar considerado el árbol más antiguo de Madrid. Se trata de un ahuehuete, o ciprés calvo, originario de México y está ubicado en los Jardines de El Parterre -de inspiración Versallesca- frente al Casón del Buen Retiro. A sus casi 400 años -se estima que se plantó en torno a 1633- ha sido testigo de algunos de los acontecimientos históricos más relevantes de la ciudad, como la invasión francesa. Cuando las tropas de Napoleón entraron en Madrid, utilizaron el Parque del Retiro como cuartel general, llevando a cabo una tala indiscriminada de muchas de las especies arbóreas que en él habitaban. El ahuehuete sobrevivió al ataque, pues los soldados franceses encontraron en sus gruesas ramas en forma de candelabro un inmejorable observatorio y mejor soporte para sus cañones.
En torno a la figura de este ciprés calvo existe además toda una leyenda relacionada con la conquista del Nuevo Mundo. Cuentan que el 10 de julio de 1520, Hernán Cortés lloró amargamente su derrota ante Moctezuma a los pies de uno de estos ejemplares. Fábula o realidad que le ha valido el sobrenombre de ‘el árbol de la noche triste’.
Leyendas aparte, debido a la importancia del ejemplar, en 1991, el Ayuntamiento construyó una verja a su alrededor para protegerlo y poco después, la Comunidad de Madrid lo catalogó como especie singular, título que ostentan 225 árboles en toda la región. Para visitarlo, El Retiro dispone de un itinerario indicado con señales que explican múltiples curiosidades. Además, el Ayuntamiento organiza visitas guiadas a las especies más destacadas del municipio.
