Sin consentimiento de las autoridades, sin autorización municipal y sin consenso vecinal. A pesar de no contar con estos requisitos la valla automática, que privatiza un tramo de la calle Vedia, continúa en funcionamiento. La instalación de la barrera se decidió por parte de unos cuantos vecinos de la vía y, a pesar de no contar con la licencia correspondiente para instalarla, se llevó a cabo. A día de hoy, la barrera continúa haciendo sus funciones impidiendo al resto de vecinos hacer uso público de dicho tramo, ya que con ella esa parte de la calle ha quedado privatizada. Uno de los residentes de la zona ha denunciado la falta de legalidad de la valla, así como los problemas que crea, y la es-casa practicidad de la misma. Y es que, en alguna ocasión hasta se ha impedido el paso de los servicios de emergencia (ambulancias) solicitados por alguno de los otros vecinos. Este hecho es el que ha llevado a este vecino a posicionarse contra dicha barrera, pidiendo explicaciones a la Junta de Distrito. Sin embargo esta no da ninguna explicación.
