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“Buenos días, esto es un atraco”; 6.000 euros de botín a punta de fusil y a cara descubierta

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“Hola buenos días, esto es un atraco. Haced lo que os digo y en un momento me voy”. Con estas palabras se presentó el atracador a la sucursal del Banco Guipuzcoano situada en la calle Albarracín, esquina con la calle Alcalá. Era un hombre mayor, de “unos cincuenta y tantos años”, que entró en la oficina a cara descubierta, portando un subfusil de combate en la mano.

Éste ha sido uno de los sucesos que se han producido recientemente en el distrito, y que pueden tomarse como un reflejo de la grave situación económica que atravesamos. 

Unos días antes, un grupo de agentes de la Policía Nacional detuvo a los integrantes de una banda de peligrosos falsificadores de moneda, especializados también en robos con fuerza, estafas y clonación de tarjetas. La detención se produjo tras el registro de dos pisos situados en el distrito de San Blas y de Latina. 

Un botín de menos de 6.000 euros

Era alrededor del mediodía, y en la sucursal del Banco Guipuzcoano no había clientes. Fue ese momento cuando un individuo español, de pelo castaño y bigote apareció en la oficina con un subfusil de combate. 

El cajero, amenazado, no pudo accionar el botón de seguridad que automáticamente avisa a la Policía. El atraco duró sólo 15 minutos, después, el asaltante huyó a pie con su botín, que, según uno de los trabajadores, “no era mucho, entre 4.000 y 6.000 euros”. 

Esta ha sido la primera vez que la sucursal sufre un atraco; sus trabajadores reconocieron que no habían pasado miedo, ya que el atracador “no lo daba, estaba muy tranquilo”.

La Policía Nacional desplegó un dispositivo de seguridad en la zona para intentar detener al ladrón, que escapó a pie. Algunos vecinos pensaron que se había escondido en un bloque casi abandonado que, según ellos, es “bastante problemático”, pero no se encontró nada.

Desarticulada una banda violenta

Otro de los sucesos a destacar del mes pasado en el distrito ha sido la desarticulación de una banda de falsificadores muy violenta, conocida por la Policía Nacional como el ‘ejército pretoriano’, por ser todos sus miembros muy corpulentos y violentos. Los cuatro detenidos, de nacionalidad búlgara, formaban parte de una organización internacional. En la operación,  la Policía se incautó de varios ordenadores, documentos de identidad falsos y 19.000 euros en metálico.

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