Aguas malolientes corren junto a la acera de la calle Nicolasa Gómez, sin que nadie haga nada para solucionarlo. Desde hace dos años, los vecinos de esta vía han puesto numerosas reclamaciones por una salida de aguas fecales obstruida que les obliga “a taparnos la nariz y la boca para evitar contagios”, denuncia Jaime Carrasco, uno de los afectados.
El agua procede de un patio de vecinos del número 61 de la calle Nicolasa Gómez y afecta a los bloques cercanos. “Le he mandado decenas de escritos al Ayuntamiento de Madrid y me han contestado que el responsable es el Canal de Isabel II. De allí me replican que la responsabilidad es de los vecinos. Y nosotros, como está en la calle, creemos que es cosa del consistorio”, argumenta Carrasco.
Son muchas las denuncias archivadas e imágenes recopiladas por los vecinos en las que se observa como el agua contaminada rebosa, sale por la calle junto al bordillo de la acera y corre hasta desembocar en una rejilla de aguas pluviales. “Es una situación y un olor insostenible que no podemos aguantar, esperemos que no llegue a ocurrir alguna desgracia”, concluye Jaime Carrasco.
