A pesar de que todavía queda mucho tiempo para contemplar el arte del arquitecto Santiago Calatrava, en plena Plaza de Castilla -pues hasta septiembre del año que viene no estará terminado- los trabajos continúan adelante.
A día de hoy, ya está puesto el trípode que servirá de base de la estructura; y las primeras piezas del ‘tronco’ de acero que sujetará el monumento. Serán unos meses de arduo trabajo, en los que irán encajando pieza por pieza hasta llegar a los 94 metros de altura, y 2 de diámetro, que conforman el Obelisco. En su interior estarán instalados todos los mecanismos de accionamiento, así como una escalera que guiará hasta la cúspide.
Al mástil cilíndrico que lo compone irán fijadas, exteriormente, 462 ‘costillas’ de bronce dorado, de 7,70 metros de alto cada una. Llevarán asimismo unos mecanismos que dotan de un movimiento suave basculante a estas lamas, lo que producirá un efecto de onda ascendente a lo largo del fuste que, permitirá diferentes movimientos y ritmos.
Más arte en Tetuán
El arquitecto valenciano, Santiago Calatrava, ha querido donar a la ciudad de Madrid esta obra de arte, que llega a nuestra ciudad gracias también la financiación de la Fundación Caja Madrid. El motivo de tal regalo es la celebración del tercer centenario de la fundación del Monte de Piedad de Madrid, por el Padre Piquer en 1702. Y la razón de que esta sea su ubicación es porque “es la ‘Puerta de Europa’, un eje clave del urbanismo más contemporáneo de Madrid”.
