Una familia ha denunciado que después de que el Instituto de la Vivienda (IVIMA) les expropiara su negocio -una panadería- por la construcción de nuevos edificios en el distrito hace 4 años, todavía hoy no han recibido ninguna indemnización. Además, el local que se les ha asignado, para instalar de nuevo su panadería, es bastante más pequeño que el anterior y está alejado de su clientela de toda la vida.