La eliminación de un pilar que sostenía el peso de la fachada podría ser la causa del derrumbe parcial del edificio situado en la confluencia de las calles Bravo Murillo y Amalia, en el distrito de Tetuán de Madrid, que ayer fue desalojado sin heridos. El jefe de guardia del equipo de bomberos que ayer se desplazó a la zona, Roberto Moreira, ha indicado hoy que, a falta de completar la investigación, "todo apunta" a que la eliminación en origen o en obras posteriores de algún "machón de fachada" ha provocado el colapso del edificio.
El edificio es de finales de la década de los 40 y en 1958 se reformó para alzar otras dos alturas, han indicado en la zona los concejales Marta Higueras y Carlos Sánchez Mato frente al edificio, que había pasado la inspección de 2013 pese a que, según los primeros estudios, ya tenía "deficiencias visualmente apreciables", según Sánchez Mato.
En la zona del suceso, los ediles han anunciado que el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha "en breve" un plan de revisión de edificios antiguos, como los derribados en Carabanchel y Tetuán, al haberse comprobado que ambos pasaron la inspección técnica cuando al parecer tenían fallos estructurales.
Según ha recordado el jefe de bomberos, los vecinos dieron la señal de alarma a la policía al ver grietas en algunas zonas del edificio, por lo que los bomberos que acudieron al lugar desalojaron el inmueble e intentaron consolidar la crujía. "En mitad de las labores se vino abajo y tuvimos que salir corriendo", ha dicho.
La concejal de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, Marta Higueras, ha explicado que 39 de los 47 personas afectadas por el derrumbe del edificio de Tetuán han sido realojadas en un hotel por parte del Samur Social y todos tienen las necesidades básicas cubiertas. Así lo ha detallado a los medios de comunicación tras visitar la zona del derrumbe, en el número 1 de la calle Amalia y donde ha explicado que todas las personas, repartidas en 17 familias, residían en el inmueble en régimen de alquiler.
En este punto, Higueras ha afirmado que muchas de ellas han transmitido su intención de buscar una nueva vivienda cuando salgan del hotel. Entre los afectados, siete son menores (de los cuales tres son bebés). La edil de Equidad, Derechos Sociales y Empleo ha explicado que todos los afectados van a tener la "salida más adecuada" desde el punto de vista social y que, de hecho, ya tienen cubierta sus necesidades básicas, como puede ser productos de farmacia había personas que necesitaban insulina y medicación contra la epilepsia.
Los mismo ocurre con el caso de los productos para atender a los tres bebés del edificio, puesto que sus familias ya cuentan con pañales. Higueras ha indicado que el Ayuntamiento está tratando de contactar con el propietario del inmueble y que ya lo ha hecho con el caso de la administradora.
Los trabajadores sociales municipales, tanto de la Junta Municipal de Tetuán como del Area de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, están entrevistando a cada una de las familias para ver cuál es la situación en la que se encuentran y ofrecer así las soluciones más adecuadas para cada caso. Las familias atendidas son todas inmigrantes de origen filipino y latinoamericano.
Inquilinos del edificio situado en la confluencia de las calles Bravo Murillo y Amalia, en el distrito de Tetuán de Madrid, han explicado que el derrumbe de parte del edificio que se produjo en la tarde de ayer fue "impresionante". Sara Rodríguez, vecina del inmueble de la escalera C, la parte que por ahora no se ha derrumbado -como sí ha ocurrido ya con la A y en parte de la B-, cuenta, tras pasar la noche en casa de una amiga, que no sabe cómo está su casa.
Salió de su casa de alquiler "con lo puesto" y, como no le dan autorización para entrar, no sabe cómo están sus cosas. Por ello, su deseo es entrar a su casa a recuperar sus pertenencias.
Según explica esta vecina, la mayoría de los inquilinos son filipinos, aunque también hay ecuatorianos y dominicanos en el inmueble. Antonio Martín, dueño de una tienda ubicada en la calle Bravo Murillo, vio ayer cómo salían los vecinos del edificio cercano. Primero observó cómo se caía el escaparate de la tienda que ocupa el bajo de uno de los laterales y después los trabajos de bomberos y policía mientras se realizaba el derribo. Según explica Martín, los habitantes de la zona no pasaron miedo porque estaba todo controlado.
El derrumbe parcial del edificio situado en la confluencia de las calles Bravo Murillo y Amalia, en el distrito de Tetuán de Madrid, ha provocado alteraciones de itinerario y de frecuencia de paso en cinco líneas de autobús de la EMT y un corte ya subsanado en la Línea 1 de metro. Con motivo de las obras de demolición del edificio que afectan a la calle Bravo Murillo, las líneas 49, 66, 124, N22 y N23 están teniendo modificaciones de itinerario y alteraciones de frecuencia de paso, ha indicado la EMT.
