Amenazaban a los empleados con armas de fuego y, tras maniatarles con bridas, les encerraban en el almacén para asegurar el robo y la huida.
Así es como actuaban los tres detenidos por la Policía Nacional, autores de más de 20 atracos a tiendas de telefonía móvil, algunas de ellas ubicadas en este distrito.
Junto a ellos también ha sido detenido el propietario de un establecimiento de reparación de móviles por encargarse de comprar el material robado y después revenderlo como si fuera legal.
Pillados in fraganti
Las investigaciones policiales para resolver el caso comenzaron en el mes de agosto. Varios indicios llevaron a los agentes a establecer dispositivos de vigilancia en diversos establecimientos de telefonía móvil. Así, los tres ladrones fueron interceptados y detenidos momentos después de cometer un atraco en una de las tiendas. En el interior del vehículo con el que pretendían huir, encontraron los efectos que acababan de robar y las armas (pistolas simuladas) que habían utilizado.
Registros en domicilios
Tras la detención de los delincuentes, la Policía Nacional llevó a cabo el registro de cuatro domicilios, en los que se sospechaba que se podría encontrar el material acumulado de los robos.
En ellos intervinieron 263 teléfonos robados, 15.000 euros en efectivo, la pistola de aire comprimido con la que cometían los atracos, un kilo y medio de marihuana, 50 gramos de cocaína y dos ordenadores portátiles.
Los detenidos ya han sido puestos a disposición judicial.
