La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado al exjugador del Real Madrid, Ricardo Carvalho, a siete meses y un día de prisión y una multa conjunta de 142.822 euros. El fallo judicial señala al que fuese parte de la zaga merengue como responsable y autor de dos delitos contra la Hacienda Pública en relación a sus derechos de imagen, correspondientes a los ejercicios fiscales de 2011 y 2012. Sobre la resolución cabe recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Según el escrito, el acusado reconoció los hechos en el acto del juicio oral. El órgano judicial constata que el futbolista pivotó con una sociedad, denominada Alda, ubicada en un paraíso fiscal para gestionar los contratos de derechos de imagen. «Mantiene esa estructura desde que vino a España y firmó un contrato de trabajo con el Real Madrid club de fútbol en agosto de 2010 y no declaró los ingresos por los derechos de imagen obtenidos en el ejercicio de 2012 a la Hacienda Pública española».
Carvalho reconoció los hechos e ingresó las cantidades contraídas con el Ministerio de Hacienda, que sirvió como atenuante a la hora de que la Audiencia Provincial dictase condena. La sentencia interpreta que la finalidad de mediar con la sociedad Alda era la de «dificultar» el seguimiento fiscal de la explotación de los derechos de imagen. Insiste la audiencia que el delito fiscal queda acreditado porque con esa estructura empresarial la explotación y gestión de los derechos de imagen del jugador se abonan a Alda, que tiene un domicilio en un paraíso fiscal y no al jugador directamente.
