El portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, aseguró hoy que defenderá a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) “con fuerza” en el Consorcio de Transportes en caso de que la alcaldesa Ana Botella no lo haga. “La EMT no se toca porque creemos en lo público, porque es una empresa solvente y porque puede crecer”, resumió Lissavetzky, que se ha reunido esta mañana con el comité de la empresa. En este encuentro, el portavoz denunció que las pérdidas en el balance contable de esta empresa pública obedecen a “una decisión política única y exclusivamente”.
Lissavetzky aseguró a los representantes sindicales que está dispuesto a defender “donde y hasta donde haga falta” el mantenimiento de una empresa que es solvente y cumple una importante función social: “Los socialistas creemos y defendemos el transporte público mientras al PP se le llena la boca hablando de que hay que potenciarlo”, añadió.
El portavoz del PSOE expresó su apoyo y sintonía con las peticiones que realizan desde el comité de empresa, cuyos miembros reivindican una tarjeta azul para las unidades familiares con ingresos mensuales que apenas sobrepasan los 530 euros. “Somos un servicio público de carácter social y esto no se puede perder”, insistieron sus representantes en la reunión.
El portavoz socialista reflexionó con las causas que han motivado que, en el ejercicio de 2012, la EMT cerrara sus cuentas con pérdidas contabilizadas de 145.000 euros. Considera que este déficit se debe al impago por parte del propio Ayuntamiento de servicios que tiene concertados con la EMT y que son responsabilidad municipal.
En concreto, explicó, el Consistorio encarga a la EMT el mantenimiento de los carriles-bus para que no lo intercepten vehículos privados y los autobuses puedan circular más deprisa, algo que es en realidad algo que es competencia del Consistorio y por lo que deben abonar una cantidad anual a la empresa. Sin embargo, unilateralmente han decidido no pagar esta cuantía y ahora se contabiliza como pérdidas de la EMT.
