La tradicional lucha por la igualdad, que llevan a cabo los vecinos del centro de la capital con los habitantes de las zonas más periféricas, ha llegado también a la manera de recoger la basura. Mientras en zonas como el Paseo de la Castellana, la calle Alcalá o Preciados la limpieza es constante y siempre son zonas que lucen su mejor cara, en lugares como Orcasitas “donde vivimos obreros, la basura se acumula, porque no barren las calles habitualmente”, ha comentado a este periódico, Felix López, de la Asociación de Vecinos de Orcasitas. Así, considera también que el Ayuntamiento de Madrid “no ejerce el control necesario sobre los barrenderos, por lo que por ejemplo, en Orcasitas hay zonas que, por normativa, deberían limpiarse cada quince días y sin embargo se limpian cada 4 o 5 años”. La razón es que “todo el tiempo que gastan de más en limpiar las zonas céntricas, lo emplean de menos en las periféricas”, asegura López.
A su vez, a los vecinos de estos barrios también los apoyan grupos políticos como IU, ya que el concejal de este grupo en el Ayuntamiento de Madrid, Ángel Lara, ha criticado recientemente “las actuaciones privilegiadas que realiza el servicio urgente de limpieza Selur en “zonas de la ciudad que no requerirían este tipo de labores”. Además, considera que en lugares como las galerías comerciales de Orcasitas hay “basuras acumuladas de meses, que ponen en peligro seriamente la salud de los vecinos de la zona”.
