Unos lo consideran una forma más de arte; otros, una simple gamberrada; y algunos admiten que el Shoefti es una marca personal de quienes quieren dejar huella allá por donde pasan. Se trata de una nueva moda que viene importada desde los Estados Unidos: zapatillas colgadas sobre los cables de la luz. A veces, en señal de luto, otras como punto de encuentro para el intercambio de drogas y en algunas ocasiones simplemente como muestra de felicidad ante el final de un curso.
Sea como y para lo que sea, esta nueva forma de expresión parece molestar a los vecinos, que ven en esta declaración de intenciones una nueva forma de comunicación entre bandas y una moda que emborrona la estética de sus calles.