Éstos se encontraban en un establecimiento ubicado en la calle Pedro Laborde que presentaba deficiencias en la seguridad, con el agravante de que el local presentaba sobreaforo.
Los vecinos alertaron a las fuerzas de seguridad por los ruidos y molestias que estaban soportando. Los policías municipales se trasladaron al lugar y comprobaron que se estaba celebranbdo una fiesta oara la que no existía autorización. Igualmente, los agentes percibieron un fuerte olor de marihuana que procedía del local, encontrando también botellas de bebidas alcohólicas de alta graduación, que estaban siendo consumidas por los allí presentes.
En total se contabilizaron 110 asistentes, cuando el local sólo tenía autorizado un aforo máximo para 86 personas; de éstos, 56 fueron identificados como menores de edad. Al parecer el evento había sido concertado a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea. En esta situación, los policías contactaron con los responsables de los menores para que se hicieran cargo de ellos. Asimismo, los agentes procedieron al levantamiento de un acta de inspección, donde fueron denunciados todos estos hechos.
